Muchos de estos casos no son denunciados por temor, ya que la mayoría de mujeres violadas viven amenazadas de muerte
Nuestro país respira un clima lleno de indignación. Los casos de abuso y violación contra menores de edad cada vez sorprenden más en brutalidad y recurrencia.
Entidades como la Defensoría del Pueblo luchan cada día contra esta cruda realidad. Hay casos de violación sexual a menores, que muchas veces no son debidamente investigados y muchos agresores gozan hoy de la libertad que en algún momento le quitaron a una de sus víctimas, pese a su crimen.
La Defensora del Pueblo del Callao, Yolanda Falconí, explicó que la justicia es muy blanda con este tipo de casos y que se debería estudiar la posibilidad de corregir el código penal en temas de violación para poder colocar sanciones más drásticas.
“A veces la justicia demora, ya que para investigar el caso es todo un proceso y las personas que sufren este tipo de agresión temen que sus violadores queden libres, situación que se debería corregir, sin embargo son procesos que por ley se deben cumplir, pero no deben demorar, porque incluso hay mujeres que están refugiadas debido a que son constantemente amenazadas”, señaló
Según el informe mundial sobre la violencia y la salud, la violación sexual se define como: "todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de un individuo mediante coacción de otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo".
La violencia sexual abarca el sexo bajo coacción de cualquier tipo incluyendo el uso de fuerza física, las tentativas de obtener sexo bajo coacción, la agresión mediante órganos sexuales, el acoso sexual incluyendo la humillación sexual, el matrimonio o cohabitación forzado (convivencia o matrimonio a la fuerza), incluyendo el matrimonio de menores, la prostitución forzada y comercialización de mujeres, el aborto forzado, la denegación del derecho a hacer uso de la anticoncepción o a adoptar medidas de protección contra enfermedades, y los actos de violencia que afecten a la integridad sexual de las mujeres tales como la mutilación genital femenina y las inspecciones para comprobar la virginidad.
Puede existir violencia sexual entre miembros de una misma familia y personas de confianza, y entre conocidos y extraños. La violencia sexual puede tener lugar a lo largo de todo el ciclo vital, desde la infancia hasta la vejez, e incluye a mujeres y hombres, ambos como víctimas y agresores. Aunque afecta a ambos sexos, con más frecuencia es llevada a cabo por niños y hombres a niñas y mujeres.
Rosario Amado, psicóloga del Mindes–Callao, asegura que no se conoce el alcance real de la violencia sexual.
“Para muchas mujeres, la violencia sexual comienza en la infancia y adolescencia y puede tener lugar en una gran variedad de contextos incluyendo el hogar, la escuela y la comunidad. Hay denuncias por haber sufrido coacción sexual por parte de miembros de su familia, profesores, novios. Sin embargo hay más casos de violación sexual por causa de algún integrante de la familia”, señaló
Sin embargo en esta época electoral, muchos partidos tienen en sus proyectos la penalidad y la justicia por casos de violación. Algunos creen que la pena de muerte es viable, pero prometer aplicarla es solo populismo. Otros señalan que el sistema judicial debe ser corregido y dar sanciones ejemplares, además de trabajos forzados con cadena perpetua y hasta pena de muerte.
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