Delincuencia, sicariato y contaminación de plomo son los problemas que no fueron erradicados en el CallaoA lo largo de los años se ha podido apreciar un total desinterés por parte de los presidentes de la República con respecto a los problemas que se suscitan en el primer puerto. La mayoría de mandatarios se han enfocado más en solucionar sus problemas familiares en vez de los del pueblo.
Uno de los problemas latentes del Callao es el incremento delincuencial y la contaminación por plomo. Por ejemplo, 900 familias que residen en el pasaje Villegas a unos metros de los rieles del tren sufren con la presencia de este mineral. Han transcurrido 22 años y a nadie parece importarle el bienestar de los vecinos.
El "paseo" del "chino"
Desde los años 90, cuando asumió la presidencia Alberto Fujimori, se produjo el crecimiento de los asaltos en el Callao. En aquellos años, el expresidente estaba enfocado en desmentir las acusaciones de maltrato por parte de su esposa Susana Higuchi.
Los continuos reclamos por mejoras pasaron desapercibidos a causa de los medios informativos que poco o nada hacían por dar a conocer los problemas en el Callao. En su mayoría se encontraban supeditados a los pedidos del exmandatario fujimorista a cambio de buenos obsequios.
El fujimorismo culminaría su mandato en el año 2000 dejando una ola de terror en el Callao. La incontrolable delincuencia y la indiscriminada venta de estupefacientes convertirían al primer puerto en zona roja, sin contar las innumerables muertes que mantuvo en zozobra a miles de familias.
Meses después asumiría las riendas del país Valentín Paniagua, quien debido al corto tiempo que ocupó en el cargo presidencial no pudo hacer mucho con la realidad chalaca. Transcurrido el 2001, Alejandro Toledo se colocaba la banda presidencial.
Toledo "no la vio"
Si alguien mostró mayor desidia en los problemas psicosociales del Callao fue Alejandro Toledo, el mismo que fue portada de todos los medios escritos por estar vinculado a problemas con el alcohol mientras el pueblo exigía mayor seguridad en la Provincia Constitucional.
Por otro lado, las familias que venían siendo contaminadas con plomo no tuvieron mayor apoyo, en reiteradas oportunidades se les prometió que serían reubicadas para lograr una mejor calidad de vida, pero jamás se realizó tal compromiso.
En corto tiempo, los huelguistas que exigían mejoras salariales y trabajo comenzaron a tomar las calles. Así, de a pocos, el Callao iba convirtiéndose en uno de los distritos mas peligrosos a nivel nacional por la proliferación de bandas criminales.
García y las promesas imcumplidas
Al siguiente año, el candidato aprista Alan García ganaba las elecciones a un improvisado Ollanta Humala. Según moradores de la zona afectados con plomo: "los partidarios de la estrella prometieron ayudarlos".
Pero la realidad fue distinta porque ni siquiera la Dirección Regional de Salud optó por realizar estudios a los menores y ancianos de las zonas. La labor de Alan García pasó prácticamente desapercibida para los vecinos del primer puerto y la delincuencia alcanzó su mayor auge.
Los problemas de Ollanta
El actual presidente Ollanta Humala Tasso ha tenido una agitada labor en sus primeros meses de gestión y no por sus innumerables trabajos en beneficio de la población chalaca, sino por sus enfrentamientos verbales con su hermano Antauro llamado asimismo "Pachacutec azul".
A esta rivalidad se suma el problema con sus padres por enviar al menor de sus hermanos al Penal de la Base Naval del Callao. Al parecer, esto fue lo único que motivó al presidente a visitar el Callao. Cabe resaltar que Ollanta Humala prometió en campaña visitar la zona del pasaje Villegas.
En la actualidad, por cada 48 horas muere una persona en el Callao, hasta el momento no se ha aplicado ningún plan de contingencia para frenar este tipo de vandalismo. A pesar que el mandatario ha sido comandante de las fuerzas armadas, no ha podido reducir este índice de muertes.
Queda establecido que a lo largo de la historia del Callao ninguna autoridad distrital, provincial y regional (incluyendo a los gobernantes nacionales) han podido eliminar estas lacras de la sociedad que de a pocos han ido ganando terreno a los efectivos policiales.
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