DULANTO SE HA CONVERTIDO EN TIERRA DE NADIE

Comisaría carece de recursos y personal La policía de la zona no se da abasto para erradicar la delincuencia La zona de Dulanto se ha convertido en los últimos meses en un lugar de temer, pues los graves hechos ocurridos en ese sector, sin que la policía pueda revertir la realidad, pues no cuentan con la logística necesaria ni con suficientes efectivos policiales para contrarrestar esta situación que viven los vecinos del lugar. Uno de los elementos fundamentales de la convivencia social organizada es la seguridad ciudadana. Resulta preocupante constratar que en los últimos años se viene produciendo un rápido, y a la vez sostenido, incremento de los índices de delincuencia y criminalidad en las principales ciudades del país, incluido el Callao. Incremento que a la zona de Dulanto en el Callao se le hace muy difícil de sostener, pues no ha ido correlativamente acompañado por un reforzamiento de la seguridad ofrecida a sus habitantes desde hace años. Carencias de personal y técnicas, pueden ser motivos por los cuales esta zona sea considerada por sus habitantes como ‘Tierra de nadie’. Pues tal vez el bajo presupuesto, afecta y limita la labor de la Policía Nacional de un modo tal, que la institución no se da abasto para prevenir, combatir y sancionar todos los delitos que se comenten en sus calles. Teniendo este sistema los ciudadanos muchas veces resultan más expuestos al delito, ya que en la zona en la que viven, muchas de ellas consideradas rojas, suelen operar bandas de delincuentes y pandillas, ya muy experimentadas, pese a ser muchos de ellos menores de edad, un aspecto que además los hace inimputables cuando comenten un delito. Los vecinos de Dulanto están hartos de ver tanta delincuencia y pandillaje en la zona, ellos expresan que la policía muchas veces no hace nada, porque en su gran mayoría son jóvenes que tienen una edad aproximada entre 15 y 17 años y los sueltan al instante. Por ejemplo no hace mucho ocurrió un grave incidente en el barrio de San Martín, donde un menor de edad fue baleado por un grupo de jóvenes, siendo impactado por tres y que ahora se debate entre la vida y la muerte. Pero este no es el único caso, hace un mes un mototaxista, quien se resistió al robo de su herramienta de trabajo, fue asesinado de diez balazos por un grupo de pandilleros que lo interceptó. Este joven fue baleado delante de su esposa que cargaba en brazos a su pequeño hijo de meses de nacido. Este hecho ocurrió en el pasaje Tumbes, ubicado a solo tres cuadras de la comisaría de Dulanto en el Callao. Según los vecinos de la zona, la policía no hizo nada por atrapar a los sujetos de mal vivir. El mayor Freddy Valle Gonzales, comenta que el grave problema que tiene la zona de Dulanto son las diferentes bandas que operan y que en su mayoría sus integrantes son menores de edad. Por otro lado también indica “Que cada pandilla marca su territorio, lo que origina que existan esos enfrentamientos entre ellos”. Si bien es cierto este tipo de modalidad de que las pandillas tiendan a poseer una zona no es nada nuevo, pero para eso está la policía, quienes tienen el deber de escarmentar de alguna manera a estos pandilleros, sin embargo no lo pueden lograr porque algunos son menores de edad o porque no tienen el suficiente personal para detener este tipo de delincuencia. El Dirigente Comunal de Dulanto y coordinador de seguridad ciudadana de la comisaría de Dulanto, Pepe Flores, manifiesta que en la comisaría de Dulanto existe un promedio de 30 y 32 efectivos policiales, para un aproximado de 50 mil habitantes, dentro del territorio del asentamiento humano que comienza en la avenida Faucett y termina en Gambeta . Asimismo, indicó que sólo tienen dos patrulleros ‘pantfither’ que son nulos, y una camioneta donada por el Gobierno Regional que es la única que está operativa. Por otro lado está la falta de logística, pues la comisaría no tenía ni teléfono propio, la junta directiva central de Dulanto es la que actualmente solventa el pago del teléfono desde hace un año y medio. Tanto así es el problema logístico que los mismos dirigentes han adquirido, por sus propios medios, cinco chalecos antibalas para que patrulle la policía. “Nosotros colindamos con los pueblos jóvenes Miguel Grau, Tres de Octubre y Seis de Agosto, que son los que se encuentran por las líneas férreas, y la rivalidad de las bandas y de los chicos que han crecido en esa situación son las que generan ese tipo de violencia, señaló el dirigente de Dulanto, Pepe Flores Por todo lo dicho, resulta más que urgente no sólo que la Policía extreme sus esfuerzos para cumplir eficazmente con su trabajo pese a los problemas y limitaciones que la afligen, sino sobre todo que las autoridades nacionales y departamentales llamadas a garantizar la seguridad de la población comiencen a estudiar y poner en marcha soluciones integrales para la situación que estamos viviendo, ahora que todavía parece ser tiempo de hacerlo.