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Pese a haber sido desalojados hace años, volvieron a ocupar sus puestos El grado de informalidad que impera en el comercio, sin duda no podría estar mejor representado con el desorden, suciedad e inseguridad de los “mercaditos del Callao”, problemas sobre los cuales pareciera que la ciudadanía ha logrado adaptarse. 

 En tres largas cuadras del concurrido jirón Cochrane opera “La Paradita”, el populoso mercado informal que desde hace muchos años ha sido el sostén de cientos de familias y donde se puede encontrar todo lo que pueda imaginar. Muchas veces los altos costos de formalización explican en gran parte la existencia de tantos negocios informales. Sin embargo, esta es una visión simple del verdadero problema. “Yo tengo 40 años de comerciante y he visto trascurrir el comercio ambulatorio de una manera descarada y esto se debe a que anteriores autoridades han permitido que operen de manera clandestina. Hace 10 años el Alex Kouri desalojó a estos malos comerciantes, pero con el pasar de los años las autoridades nuevamente han permitido su regreso”, comentó don Fachín, uno de los dirigentes del mercadito, Lord Cockrane. Delincuencia al acecho Por si fuera poco, es necesario mencionar que la delincuencia se ha apoderado de la zona y ha generado el descontento del vecindario por los continuos accidentes, robos e incendios. Es por ello que Defensa Civil lo ha considerado como una zona totalmente peligrosa. Muchos vendedores que tienen tiendas en las galería “El Rey” y “Mercado Cochrane” se han tomado el atrevimiento de abandonar sus puestos e invadir las calles porteñas, y por si fuera poco hasta se dan la libertad de subarrendar un espacio para otros ambulantes. “El problema se incrementa porque hay algunos propietarios del mercado formal que han salido a las calles, hay negociados sobre las pistas y grupos que subarriendan los campos, mientras que la policía no hace nada por que la Municipalidad Provincial del Callao lo permite”, expresó la comerciante Flora Silva. Por otro lado un grupo de ambulantes comentaron que hace un año la Región Callao prometió reubicarlos en un mercado formal, pero a la fecha, esto no ha sucedido. La poca preocupación por la salud e integridad de los chalacos, el cuidado del ornato público y la falta de capacidad del municipio del Callao frente a un inminente desalojo, dan a entender que la gestión de las autoridades es incompetente. Otros desalojos El año pasado con el despliegue de más de 100 serenos y el apoyo de la PNP, el municipio del Callao desalojó a más de 300 ambulantes que invadían los alrededores del Mercado Central del Callao. Un año después estos volvieron a ocupar sus espacios, la tan conocida “La Paradita”. Según la comuna chalaca, existe la posibilidad de reubicar a los comerciantes desalojados hacia otra zona, siempre y cuando que no se afecte el ornato, el tránsito y la tranquilidad de los habitantes del Callao. Sepa más Por otro lado se supo que la informalidad y el comercio ambulatorio existen debido a una demanda de la población de bajos ingresos, pues de esta forma miles se abastecen de víveres y enceres para el hogar. Los comerciantes que laboran en la “La Paradita” son un promedio de 2 mil ambulantes y captan preferentemente a clientes de la misma zona o de barrios aledaños. En el Callao, este comercio abastece a la zona de los barracones e incluso llegan moradores de otras zonas del primer puerto.

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