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“Sí… aunque usted no lo crea”
Eran acaso diferentes los tiempos… sí, desde luego, claro que lo eran, para empezar, la última vez que ocurrió no había tanta especulación mercantil con la habilidad ni el talento… ni había tanta, digamos… empatía con la farándula, nadie aparecía en la sección deportiva de los diarios sino hacia una jugada magistral o poco más.
¡Nos salvamos…!
En las últimas temporadas y faltando poco para concluir los torneos de fútbol profesional, los titulares se suelen hacer repetitivos en el mismo sentido, poco más o menos: “La Misilera logró salvarse de la baja”... “Ufff… se salvó el Boys”… y así es en efecto, la muchachada rosada sólo celebra en los últimos años el no irse a la baja…
Por eso, cuando se anuncia que el equipo se está reforzando para el 2011, nos da la impresión que sólo se hará para evitar el descenso y es que hace mucho pero mucho tiempo que el Boys no juega una Copa Libertadores, ni que hablar de una Copa Sudamericana… así es como en las últimas temporadas, a poco de terminar el año, la afición rosada siempre termina con el corazón en la boca.
El último campeonato
Pero vamos, no siempre fue así, durante el siglo pasado el equipo rosado se hizo del campeonato en más de una ocasión, en los años de 1935, 1937 y 1942 (como amateur), 1951,1958 y 1984 (como profesional). Mucho nos gustaría hablar de aquel feliz episodio en el que todo el equipo del Boys fue seleccionado para jugar en los juegos olímpicos de Berlin 1936, con magníficas actuaciones del abanderado de la “Misilera”, el goleador Jorge “Campolo” Alcalde, pero lastimosamente no estuvimos ahí…
De lo que podemos dar fe a ciencia cierta es de aquella ocasión en la que de la mano de su capitán, Félix Puntriano, el Sport Boys dio la vuelta olímpica en el propio Estadio Nacional de José Díaz,… con aquel último gran equipo campeón que logró conformar en el año 1984, con el “Pato” Juan Carlos Cabanillas, el de los pases maestros y al milímetro…bien complementado con la habilidad de David Zuluaga… el diestro y correcto zaguero central Pedro Requena, la recia solvencia bajo los tres palos de Dario “El Chacal” Herrera… el habilidoso Jonhy Watson… el certero oportunismo de Héctor la Torre… aquel inolvidable año de 1984.
Veintiséis años después de aquella última gran gesta del Boys, hacemos votos para que la dirigencia actúe con el debido tino y acierto en la temporada que se avecina y no nos veamos al final del 2011, satisfechos de haber vuelto a salvar la baja, sino de clasificar al menos a un torneo internacional… ¡Vamos Boys!

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