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Las estafas piramidales pueden llevarlo a perder todo



Las pirámides económicas son una forma de estafa que se usa para engañar a personas que no conocen de temas financieros. Cuando el "negocio" colapsa, el creador de todo esto desaparece.
“Oye, te ofrezco entrar a un negocio. No hay que vender nada. Todo es seguro, rápido y efectivo. Solo tienes que dar 25 soles y luego buscar dos personas más para que también inviertan dinero. En tres semanas ganarás 100 soles”.

Si un amigo, familiar o conocido se le acerca con esta proposición, rechácela en el acto. Usted podría estar a punto de ingresar a una pirámide económica, estafa ya muy antigua pero que de vez en cuando vuelve a aparecer para engañar a los incautos que crean en ella.

A veces es bueno no ser ambicioso
El sistema de engaño más común en el Perú, es conocido internacionalmente como Células de la abundancia (o bolas solidarias). En ella, se ofrecen hasta un 800% de ganancias. Para que eso suceda se debe entrar en el sistema aportando una cantidad, por ejemplo, de 25 soles a una persona quien recibe hasta 800 soles de 8 'inversionistas'.

Antes de esto, él mismo ha entregado a alguien más un capital (a no ser que sea él quien empezó con la estafa).
Cada 15 personas empieza nuevamente el proceso. La capa superior formada por 8 personas, quienes son las que han ingresado últimas, la siguiente capa formada por 4, la siguiente por 2 y la última por una sola quien, es la que recibe el dinero.

Una vez que se consiguen las ocho personas de la capa superior, cada una de ellas entrega 25 soles a quien que se encuentra en el centro (última capa). Cuando esto sucede, el grupo se divide en dos, de manera que las dos primeras personas que aportaron, reciban el dinero de ocho personas nuevas (por cada uno) que han sido llamadas para el “negocio”.
Una vez completado se repetirá la operación. Nadie recupera su inversión hasta que lleguen a obtener el beneficio de ocho personas.

Pero todo tiene su final y hay un punto en que alguien no va a poder llamar a las dos personas necesarias para recupera su inversión. Así las personas no recuperarían su dinero y lo pierden. En el momento que colapsa por falta de nuevos miembros, las tres últimas capas pierden el dinero aportado. Ni siquiera puede recuperarse si todos los integrantes vuelven a entrar en la pirámide, pues siempre el número de personas que recibe dinero es menor al de los inversores. No hay forma de que estas pirámides no colapsen pues (solo por poner un ejemplo) en la fase 32 se necesitaría a 33 millones 554 mil 432 personas para que se continúe con el negocio, es decir una cantidad mucho mayor al número de habitantes en el Perú.

Negocios sucios
Otra forma de estafa es el esquema Ponzi. Llamada así por su creador Carlo Ponzi, un inmigrante italiano que descubrió, gracias a un correo que recibió de España, que los cupones de respuesta internacional de correos se podían vender en Estados Unidos más caros que en el extranjero, por lo que el tipo de cambio terminaría por producir ganancias. Así que se esparció el rumor, muchos decidieron no quedarse fuera del negocio y apoyaron a Ponzi con capital.

Pero Ponzi nunca invirtió dinero en el negocio, a pesar de las cifras abrumadoras que recibía. Él solo estaba pagando beneficios de hasta el 100% en tres meses utilizando el dinero de nuevos inversores. Ponzi convenció a diversas personas de que apoyaran su sistema. Algunas personas invirtieron y luego obtuvieron lo prometido en el lapso que se había acordado. La noticia se empezó a esparcir, y la inversión creció.

Ponzi contrató agentes y pagó generosas comisiones por cada dólar que pudieran traer. En solo cuatro meses, el italiano llegó a convertir 5 mil dólares (una cifra considerable en 1920).

Cuando un periódico estadounidense (Boston Post) cuestionó las prácticas de la empresa de Ponzi. La compañía fue intervenida por el Estado, que detuvo todas las nuevas captaciones de dinero. Muchos de los inversores reclamaron enfurecidos su dinero, momento en el cual Ponzi les devolvió su capital a aquellos que lo solicitaron, lo que causó un aumento considerable en el apoyo popular hacia él. Sin embargo, la tranquilidad no le duró. Poco a poco se le fue acabando el dinero, hasta que finalmente, el sueño de Ponzi tuvo un final. En agosto fue declarado en bancarrota.

Después se descubrió que Ponzi ya había estafado a muchas personas antes e incluso tenía antecedentes penitenciarios. Ponzi fue deportado a
Italia donde trató de engañar a Mussolini manifestándole que podía sostener su sistema. Acabó en Brasil, ciego y pobre en una sala de caridad.

Esta estafa fue imitada en el Perú, por el empresario Carlos Manrique. Donde se produjo el infame caso CLAE. Las pérdidas de esta estafa se calcularon en 600 millones de dólares. En algunos casos, este tipo de estafa, ha causada hasta crisis económicas en distintos países. En Albania casi llega a producir una guerra civil.

Conclusión
No importa cuánto dinero le ofrezcan, no acepte conformar parte de estos negocios que no poseen ningún sustento económico para financiar las inversiones. Verifique las maneras en que la empresa planea producir ganancias. Además, si hay un producto de por medio (como perfumes); asegúrese de que en realidad este sea la fuente de ingresos.

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