Delincuentes emplean nueva modalidad para extorsionar a empresarios constructores
Astutas bandas de delincuentes dirigidas por seudos dirigentes de
construcción civil, infiltrados en compañías constructoras, continúan
sembrando el terror en el distrito del Callao.
Una nueva modalidad de extorsión y amedrentamiento parece cobrar
fuerza en las obras de construcción de Lima y Callao.
En un recorrido
por diferentes distritos se pudo encontrar decenas de papeles firmados
por dirigentes se supuestos gremios de construcción que son colocados
al lado de las licencias, con el fin de marcar su territorio.
Según las investigaciones policiales dirigentes de supuestos
sindicatos de construcción civil extorsionan a los empresarios de las
obras a cambio de no interrumpir el avance de éstas, pero ellos tienen
que pagar entre 2 y 6% del costo total de la obra.
Para marcar el “territorio” y no permitir que otro grupo extorsionador
ataque la misma obra, los delincuentes pegan papeles firmados por las
víctimas y los cabecillas en la fachada. De hacer caso omiso a la
advertencia, se declaran la guerra, como ya ocurrió en anteriores
oportunidades.
Se supo que esta modalidad de amenaza fue ampliamente utilizada en el
norte del país en donde con un sticker, los delincuentes separaban a
sus víctimas a quienes semana tras semana iban aumentando la tarifa.
La policía se encuentra realizando un mayor control en las obras de
construcción en la capital, sin embargo es una promesa que para los
empresarios suena fantasiosa. Según las autoridades, gracias aun
trabajo
de inteligencia, los cabecillas de estas bandas ya fueron
identificados en diferentes penales.
Más amenazas
Por otro lado la informalidad en el sector construcción no solo está
perjudicando a muchos empresarios, quienes sufren extorsiones, o
genera la violencia de bandos que se disputan cupos, sino también,
está afectando a los vecinos cuyas casas colindan con algunas de las
obras de construcción que se vienen ejecutando.
“El problema se presenta por el tiempo que demandan la construcción de
grandes proyectos. Los sujetos se hacen pasar por obreros, o se
infiltran en las obras y desde ahí observan el movimiento de las
familias, para luego asaltar las viviendas”, precisó Yolanda Carranza
(48), una vecina del distrito de Carmen de la Legua, que ha sido
victima
de estos malos obreros.
Las investigaciones
Por ahora la policía tiene en la mira a 21 ex internos y prontuariados
delincuentes que según nos informan, continúan usando el
amedrentamiento dentro del gremio de construcción civil como forma de
vida. Asimismo, se ha logrado determinar la existencia de al menos
diez organizaciones de desocupados en conos de la capital liderado por
criminales que generan disputas con los trabajadores legalmente
sindicalizados.
Según fuentes policiales, los puntos de acción de estas bandas son el
norte del país, que actualmente concitan intereses del sector
inmobiliario, sin embargo la cantidad de proyectos actuales de
construcción en el Callao, confirman un interés que va en aumento,
pero que se mantiene en silencio por las balas y la violencia.
Urge una acción concertada
Hace muchos años que la presencia sindical impone a las empresas
constructoras condiciones para la contratación de personal. En los
últimos años criminales prontuariados y muy bien armados presuntamente
como el “Loco Aldo” y el “Cholo Jacinto”, han visto una nueva
oportunidad
de“negocio”, tan o más rentable que los secuestros o los asaltos.
Esto se ha convertido en un perjuicio para los constructores,
originando un clima cada vez más violento para los trabajadores,
conllevando a enfrentamientos armados en plena la vía pública con
saldos
de numerosas muertes.
No es novedad que muchos obreros de construcción civil se encuentren
en la actualidad implicados en enfrentamientos y crímenes sin
resolver. Muchos de sus integrantes (inclusive dirigentes) tienen
antecedentes penales por delitos tan graves como secuestro, homicidio
y robo agravado y siguen en las calles operando impunemente.
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