El asesino confeso Roberto Terrones La Torre (36), quien le asestó 10
puñaladas en el pecho a su conviviente Yobana Dorado Moscoso (32) luego
que esta celebrara su cumpleaños, en el distrito de Ventanilla, reveló
los motivos que los condujeron a cometer el tan escalofriante crimen.
Según sus declaraciones Terrones La Torre dijo; “El tío de mi
conviviente, completamente ebrio me dijo una y otra vez que Yobana me
sacaba la vuelta, que yo era un cachudo, cobarde y como iba a perdonar
esa humillante ofensa”.
“En la madrugada, cuando terminó la fiesta, le reclamé si era verdad
que
se revolcaba con un moreno en mi propia cama y me respondió que sí es
cierto, de inmediato saque un puñal de la cómoda de 30 centímetros y me
le fui encima incrustándole varias puñaladas a la altura del pecho”,
dijo
el homicida.
Enloquecido por el sangriento crimen que cometió, Roberto fugó y se
encerró en un hostal de la avenida Caquetá e ingirió una gaseosa con 12
sobres de veneno para ratas. “No hizo efecto el raticida, luego se fue
a
otro hotel e intentó cortarse el cuello, pero no logró su objetivo”,
dijo
el jefe de la Divincri Callao, Luis Montesinos.
El hombre ya se encuentra interno en el penal Sarita Colonia, en el
Callao, y por su fiereza y alevosía podría ser condenado hasta 30 años
de
prisión y todo por un chisme. Mientras tanto familiares y vecinos
pidieron a las autoridades se castigue con el mayor peso de la ley al
homicida.
Cabe destacar que ello vivían en la Mz B-4, lote 1 del asentamiento
humano “Taller Señor de los Milagros”, en Pachacutec, y eran padres de
dos niñas de siete y dos años, que ahora han quedado totalmente
desamparadas.
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