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Cuestan hasta 600 soles y se deben comprar obligatoriamente en el mismo colegio o puntos ‘autorizados’

En un hecho escandaloso y hasta indecente se ha convertido la venta de
uniformes escolares dentro de algunos colegios privados de la ciudad.
Este negociado camuflado, del cual más de uno ha sido víctima,
lamentablemente, también se realiza en el Callao.

Las prendas para los menores, que en otros lugares como el emporio
comercial de Gamarra cuestan no más de 50 soles, en los centros
educativos llegan superan los 600, una triste realidad pues sus precios
no son una opción, sino, una obligación exigida a los padres de familia.

Precios a la infinita potencia

Como se pudo comprobar, en el colegio ‘San Antonio’ del primer puerto,
los precios se han elevado a la infinita potencia sin que nadie sepa
exactamente el por qué. Según revelaron representantes del plantel, sólo
existen dos puntos de venta ‘acreditados’.

Como explicaron fuera de ambos establecimientos (uno para uniformes y
otro para buzos) sería imposible encontrar sus indumentarias. Esto
propicia un bien montado monopolio donde se ganan altas sumas de dinero:
La riqueza de algunos, en este caso, es la pobreza de los padres de
familia.

El primero de los lugares señalados por el ‘San Antonio de Mujeres’ se
encuentra en la cuadra 1 de la avenida Federico Fernandini. En el lugar
se venden sólo los uniformes escolares de la institución, que llegan a
costar hasta 627 soles.

Según confirmaron las encargadas de la tienda, sólo en dos puntos se
pueden conseguir las prendas. Asimismo, tristemente, indicaron que no
sabían si la indumentaria se podía mandar a confeccionar en algún otro
lugar.

“No lo sabemos, pero debe ser del mismo color, la misma tela, el mismo
estampado, el mismo bordado”, refirió una de las vendedoras.

Por otro lado, en el segundo punto de venta, ubicado en la tienda 205
del mercado de Bellavista, el panorama no es más esperanzador. Aquí,
donde expenden los buzos de este colegio, se explicó que no hay
posibilidad absoluta de encontrar la prenda en otro establecimiento.

Pese a plantearse la supuesta existencia de otros puntos de venta en la
periferia de Lima y Callao, la encargada de la tienda indicó que esto
era imposible pues sólo ella tenía el modelo del colegio, entregado
seguramente, por el propio colegio.

“Puede ser que el próximo año lo copien, pero este año soy la única que
tiene el modelo”, indicó confiada. En el lugar, la prenda deportiva
llega a costar 92 soles, cuando en otros lugares como ‘Gamarra,’ se
puede encontrar en aproximadamente 20 soles precio al por mayor.

Robo a mano armada

Si bien para algunas personas estos costos no son problema, para la
mayoría sí es un gran obstáculo que deben superar cada año. Según
Gregorio Durand, presidente confederación de Apafas del Perú, elevar los
precios de manera tan descarada es un delito.

“Si bien es cierto que en los colegios públicos hay una ganancia, en los
colegios particulares ya es exagerado. Yo lo llamaría un asalto a mano
armada”, indicó.

Asimismo, según explica Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación
Peruana de Usuarios y Consumidores (Aspec), al decir a los padres de
familia que deben comprar los uniformes escolares en determinado
establecimiento o centro educativo, se les está violentando.

“Esto viola dos derechos del consumidor: el derecho a la libre elección,
pero también su derecho a la protección de sus intereses económicos,
porque los uniformes vendidos en los colegios, o en las tiendas
recomendadas por los colegios son mucho más caros”, indicó.

Consideraciones

En los denominados colegios de niveles altos los costos por productos y
servicios serán siempre más elevados, sin embargo, no pueden efectuar el
tipo de monopolio dictatorial empleado en el caso del ‘San Antonio’ del
Callao.

Esta institución, que cuenta con dos puntos de venta ‘acreditados’,
tiene precios sumamente inflados difíciles de afrontar para muchos
padres de familia. Pese a ello, se les obliga a realizar una compra
considerada dañina para sus economías.

Esto sería delito bien camuflado y debe ser observado por las
autoridades. Es menester de ellas actuar con celeridad pues, a puertas
de iniciarse el año escolar, muchos pequeños pueden quedar fuera por no
vestir la indumentaria oficial que, ‘baratito nomás’ vende su amado y
respetado colegio.

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