Diálogo entre Estado y Controladores fracasó y ayer ellos iniciaron una huelga que puede ser indefinidaTécnicos extranjeros llegaron para cubrir plaza de manifestantes
El Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo (Sucta) pidió, entre otras cosas, nivelación del salario y bonos, mejoras en el clima laboral, y más resaltante, una solución al problema del sistema de radares.
La cosa es crítica. Según Alberto Pimentel Enciso, secretario general del Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo, las operaciones que habitualmente ellos realizan en el ‘Jorge Chávez’, han sido asumidas, debido a la paralización, por personal extranjero de diferentes países de la región.
Como se sabe, el Estado declaró en emergencia el espacio aéreo nacional, y con ello se creyó conveniente cubrir al personal faltante con técnicos foráneos. Esto fue tomado como una afrenta por nuestros compatriotas.
“Han traído colegas ecuatorianos a administrar nuestro espacio aéreo peruano siendo un área crítica, restringida y de seguridad nacional”, comentó Pimentel.
Sin embargo, él se quedó corto. Según se pudo comprobar hasta ayer, alrededor de 15 controladores aéreos extranjeros, de Colombia, Panamá y otros países de la región, estaban recibiendo sus credenciales para apoyar en la llamada emergencia. Nuestros cielos están controlados por una comunidad de naciones más grande que el Mercosur.
No hubo acuerdos
Los controladores aéreos que desde las 7 a.m. de ayer acatan un paro nacional de 72 horas, realizan plantones en el frontis del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en el Callao.
Para llegar a este punto crítico han pasado por diversas conversaciones infructuosas. Como manifiesta Alberto Pimentel Enciso, él y su Sindicato pidieron, entre otras cosas, se restituya el pago de horas laborales nocturnas, que se nivele el salario y además, se otorgue la gratificación a 102 compañeros quienes inexplicablemente no la recibieron.
Según explicó, hasta dos días antes había una mesa de negociación con la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Córpac) y el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe), sin embargo, una intolerancia de esta última habría vuelto álgidas las conversaciones, hasta el punto de quebrarlas.
“Por una intransigencia de Fonafe es que se rompe el diálogo, porque nosotros pedimos que se levantaran las cartas de preaviso de despido a controladores por la paralización del día nueve. Pedimos que no se tome ningún tipo de represalia”, explicó, sin embargo, sus pedidos fueron desestimados.
En ese sentido, consideró que para entablar un nuevo diálogo, primero se tendrían que dar solucionar a estos reclamos. Asimismo, negó que él y sus compañeros ganen S/.9.000, tal como lo afirmara el miércoles Juan Carlos Crovetto, gerente general de Corpac.
“Pedimos (al Gobierno) que piense en una nivelación salarial porque el controlador tiene un sueldo promedio de S/3.500 a S/.4.000 y no S/.9.000 como se pretende engañar a la opinión pública”, añadió.
Pimentel afirma que no han cumplido con las actas de conciliación ya establecidas entre ambas partes en la mesa de diálogo. Por el contrario, confirmó la contratación de personal extranjero para ejercer sus funciones durante el paro, esto luego que el Gobierno declarara en emergencia por un plazo de 60 días los servicios de control aéreo a nivel nacional.
Frente a esta incertidumbre, Lima Airport Partners (LAP), operador privado del aeropuerto ‘Jorge Chávez’, solicitó a las autoridades que se garantice el funcionamiento de las operaciones y recomendó a los pasajeros acudir con anticipación al terminal ante posibles retrasos de vuelos.
Se opera a ciegas
Según Alberto Pimentel Enciso, el sistema con el que cuenta el aeropuerto Jorge Chávez opera desde 1998 y “constantemente” tiene deficiencias. Con ellas los controladores están laborando prácticamente a ciegas, y no es para menos pues una emergencia puede darse en cualquier momento en nuestro espacio aéreo.
“El sistema radar que se inauguró en julio de este año solamente es un edificio. No hay nuevo sistema radar”, sostuvo añadiendo que la comunicación con los pilotos de las naves también presenta fallas.
La situación no sólo es escandalosa e indignante, sino, peligrosa pues muchos pasajeros de las diversas aerolíneas que llegan y salen del país están a merced de las deficiencias de las últimas semanas.
Respecto a ello, mediante un comunicado oficial, el Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo informó sobre su preocupación. De acuerdo al oficio, el 13 de octubre pasado se produjo la "caída total del sistema" Radar AMS2000 por un lapso de dos horas aproximadamente. Además, breve pero igual de letal, se reportó la falla total del sistema de comunicaciones por más de dos minutos en el centro de control.
Siguiendo en el mismo mes, esta vez el día 25, nuevamente se presentó el mismo inconveniente, pero esta vez por más de tres horas. Al día siguiente aconteció un problema similar pero por más de doce horas, un hecho sumamente peligroso para quienes transitan cielos limeños.
Según consideró el Sindicato, en tales incidentes es imposible realizar una labor favorable, tanto para controladores y aeronaves, como para pasajeros.
"Bajo las actuales circunstancias, cierre de pista, congestión de tránsito, estos frecuentes eventos son catastróficos para la seguridad operacional”, se indica el documento emitido.
Los nuevos radares de tipo Aircon 2100, que fueron comprados el año pasado, cuando Enrique Cornejo era Ministro de Transportes durante el gobierno de Alan García, fueron presentados a mediados de este año. Según se dijo, estarían parcialmente operativas en octubre, sin embargo, desde la fecha sólo habrían servido para nada.
Como se sabe, la adquisición de 8 de estos aparatos (supuestamente de última generación) a la empresa española Indra Company, costó al Gobierno pasado 34 millones de dólares. Hasta la fecha ya se ha cumplido con el pago de 27 millones, sin embargo, los equipos no han funcionado como deberían.
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