La situación es preocupante pues nuestra capital es incluso más peligrosa que Buenos Aires y Ciudad de México
Pese a los supuestos esfuerzos de las autoridades por controlar la
delincuencia, esta se ha disparado dramáticamente en toda la ciudad. La
situación no es un asunto menor pues Lima (con el Callao incluido) se ha
convertido en la metrópoli más insegura de Latinoamérica.
Los atracos a mano armada, asaltos, secuestros, violaciones, y demás
actos condenables están pasando la factura.
Debido a estos hechos sin
solución, la capital ha sobrepasado incluso a ciudades como Buenos Aires
y México, cuyos índices son muy elevados.
Números de miedo
Lima se ha convertido en una de las ciudades más peligrosa de
Latinoamérica en comparación con otras urbes de la región. Ello se
refleja en el incremento de 42,5% a 42,9% en lo que se refiere a la
percepción de la inseguridad por hogares en nuestra capital, según la
encuesta 2012 realizada por la ONG Ciudad Nuestra.
“La victimización en robos en hogares se ha incrementado, menos de un
punto porcentual, y deja a Lima como más insegura en comparación con
Buenos Aires (38%), Santiago de Chile (35%) y Ciudad de México (27%)”,
refirió Gino Costa, presidente de esta organización.
Las cifras representan una preocupante realidad y por ello fueron
presentadas en una reunión donde participó la alcaldesa de Lima, Susana
Villarán, y otros burgomaestres distritales. La consigna de ellos es
aplicar medidas eficientes para reducir la delincuencia en la ciudad.
El experto en seguridad ciudadana mencionó que la diferencia de
delincuencia en Lima es aún mayor con relación al 16% promedio que arrojó
la última Encuesta Internacional sobre Criminalidad y Victimización
(2004-2005), llevada a cabo en 30 países desarrollados.
“El delito más común sigue siendo el robo al paso (47.9%), pero en
comparación con el 2011 subieron los atracos (19,4%), las agresiones de
pandillas (5,7%) y los robos de vehículos (2,3%) que, aunque son menos
numerosos, no dejan de ser importantes por la violencia que los
acompaña”, indicó.
Juntos contra el crimen
Una fórmula para bajar el índice de delincuencia, dijo Villarán, es el
trabajo en equipo con otras municipalidades. Según explicó, la iniciativa
de formar mancomunidades entre los distritos, como es el “Serenazgo sin
Fronteras”, formado por Surco, Surquillo, Barranco, San Isidro,
Miraflores y Chorrillos, es un ejemplo.
En los próximos meses, aseguró, habría otros programas similares y con
ellos se espera hacer que los sectores altos, como los bajos y medios de
la ciudad, también gocen de plena seguridad en sus calles.
“Las desigualdades en nuestra ciudad se siguen percibiendo; aquellos
distritos que tienen una renta per cápita más alta por familia tienen una
victimización menor, en cambio los distritos más humildes tiene problemas
graves de seguridad. Esto debe revertirse con políticas nacionales
importantes”, dijo Villarán.
Hay esperanza
Pese a la crudeza de los números, aún se puede controlar la situación. La
misma encuesta, elaborada por la ONG Ciudad Nuestra indicó que el logro
más importante del último año es el incremento de la confianza ciudadana
en sus unidades de seguridad, vale decir, Serenazgo y PNP.
Esto es importante pues no es necesario implementar un nuevo grupo
encargado de la seguridad, sino, sólo mejorar los existentes. La
administración de cada burgomaestre es vital para reducir los índices de
violencia a los cuales tristemente estamos acostumbrados.
Tener un índice de delincuencia mayor al de Buenos Aires y Ciudad de
México es preocupante. Las autoridades deben administrar sus recursos de
la mejor manera para evitar que Lima sea la ciudad más oscura de
Latinoamérica.
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