Estado entregó viviendas a primeras cinco familias que abandonarán sus hogares por ampliación de terminal aéreo La familia Cárdenas Manya, como muchas otras de los asentamientos humanos colindantes al aeropuerto, estaba desesperada.
A sus integrantes les habían dicho que debían abandonar su hogar para permitir la ampliación del ‘Jorge Chávez’, sin embargo, nadie les indicó con certeza donde debían echar raíces. La preocupación era justificada pues se barajaba que incluso podían quedarse sin un techo sobre sus cabezas. Nadie al parecer escuchaba sus reclamos, pero afortunadamente ayer pudieron conocer que, por el momento al menos, no los están ‘meciendo’: ellos tendrán una nueva y mejor casa. Entrega soñada Cinco familias recibieron simbólicamente las llaves de sus departamentos, nuevos hogares donde podrán llevar una vida más que digna, mientras ven como ‘El Ayllu’, por ejemplo, se convierte en la segunda pista de aterrizaje del aeropuerto. Sus nuevos hogares están en el condominio Villa Bonita, del primer puerto. Según indicó el propio ministro de Transportes, Carlos Paredes, en breve lapso más de 750 familias serán beneficiadas con el programa de reubicación del Estado, el cual contempla entregar viviendas valorizadas hasta en 250,000 nuevos soles. “El programa de reasentamiento tiene por objetivo darles a estas familias una nueva alternativa, con un hogar en mejores condiciones, con todos los servicios, mayor orden y seguridad, en viviendas que ellos mismos están escogiendo”, señaló. Como explicó, de toda la oferta de departamentos en la ciudad, los beneficiarios eligen el proyecto inmobiliario que mejor se ajuste a sus necesidades. Luego se hace una evaluación para adquirir el predio, cuyo valor no debe ser menor a los 130,000 soles. Según esto los pobladores no sólo tendrán un lugar para vivir sino uno mucho mejor, donde no sufrirán más por sus improvisadas redes de alcantarillado, problema de contaminación que denunciaron en semanas pasadas, pero aparentemente provocado por ellos mismos. “Lo bueno de esto es que estamos reubicando a esas familias en condiciones mucho mejores para que reanuden sus vidas y, además, hacemos posible terminar de liberar los terrenos que necesitamos para ampliar el aeropuerto Jorge Chávez”, anotó. Asimismo, la población reubicada también recibirá capacitación técnica para incorporarse al mercado laboral. La misma constará de talleres y cursos relacionados como costura, confección, metalmecánica, transporte de maquinaria pesada, entre otros, que permitiría a los ciudadanos desenvolverse en varios rubros. No todos están decididos Pese a los beneficios entregados por el Estado, no todos los residentes de los asentamientos humanos han decidido dejar sus viviendas actuales. Según se sabe, esto básicamente porque no conocen los procedimientos a seguir para conseguir un nuevo hogar, y por el valor sentimental de su predio. En ese sentido, Paredes Rodríguez exhortó a las familias que aún viven en las inmediaciones del terminal aéreo a sumarse a la decisión de quienes ya optaron por escoger el departamento que deseen para mudarse más adelante. Indicó que el primer paso es acreditar y legalizar la situación de concesionarios del primer grupo de familias, que son cinco, hasta el mes de julio, y de manera simultánea, ir entregándoles los departamentos. "El proceso terminará antes de fin de año para poder cumplir con la entrega de estos terrenos al concesionario del aeropuerto a comienzos del próximo año" puntualizó. Según esto aún nada está perdido para los indecisos pues los terrenos deben entregarse en febrero próximo. ¿Dudas fundadas? El panorama parece auspicioso para los vecinos. Ellos a cambio de entregar su vivienda recibirán otra en nuevas y mejores condiciones, sin embargo, hasta el momento sólo cinco familias han obtenido las llaves de las mismas. ¿Es descabellado entonces dudar de la propuesta? Para los Cárdenas Manya todo está de maravilla. ¿Será lo mismo con las más de 750 familias del sector? La ampliación del “Jorge Chávez” es de suma importancia para todo el país, pero de ningún modo debe sepultar las casas de quienes aún no hayan decidido echar raíces en otras tierras aunque estás se vean como un paraíso.
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