Piden mesa de diálogo para explicar porque ampliación de Muelle Norte los tiene contra las cuerdas El pasado fin de semana muchos se alarmaron con lo que parecía ser el inminente desalojo de los pescadores artesanales del Callao.
Según se presumía ellos iban a ser sacados de su añejo muelle, ubicado dentro de las instalaciones del Terminal Norte. Con el paso de las horas, el miedo se fue disipando y las informaciones daban cuenta que, de momento al menos, no iban a ser expectorados del atracadero.
El revuelo se había originado porque especialistas habían iniciado las mediciones para los trabajos de ampliación y modernización a ejecutarse por APM Terminals. Esto y otros asuntos los tienen en vilo, y por ello, los pescadores del Callao decidieron tomar a los toros por las astas. Están esperanzados en que las más altas autoridades los escuchen y aboguen por su tranquilidad pues las próximas obras en los muelles norte, y de minerales, los tienen contra la lona. Mesa de diálogo Los gremios pesqueros artesanales chalacos buscan que se instale una mesa de diálogo al más alto nivel del Gobierno. Según se supo por José Luis Bernuy, presidente de ANEPAP, se pidió formalmente una reunión al propio Premier Oscar Valdés. Ellos desean debatir sus temores directamente con los altos mandos de gobierno. Tal pedido, como indicaron, es para que pescadores, armadores y marisqueros informen sobre el supuesto peligro al cual estaría inmerso su sector debido al inicio de las obras en el Terminal Norte. La ampliación del mismo significará su desalojo, y el dragado, representará la muerte de las especies marinas de las cuales viven. No sólo esto los pone contra las cuerdas. Los hombres de mar también se verían afectados por las maniobras de los remolcadores y tráfico marítimo de los gigantescos barcos Panamax, Post Panamax y Súper Post Panamax que arribarán cuando se concluya dichas obras. Tales embarcaciones los dejarían sin sitio para sus faenas. Asimismo, y como se dijo antes, el nuevo muelle artesanal a construirse en la playa Bahía Blanca, en Ventanilla, no será para ellos una alternativa muy beneficiosa. Antes habían denunciado que les resultaba casi imposible llegar hasta el lugar por la distancia a la cual se encuentra. Las instalaciones serán de primera, pero aún así no les convence. Por ello, en la mesa de diálogo buscarán propuestas de solución para quienes aceptaron tirar sus redes en el nuevo atracadero. La construcción estará lista en 14 meses y antes de ello se espera que todos lo vean como un lugar de desarrollo pues por ahora sólo algunos la ven con buenos ojos. Comisión multisectorial. Los gremios de pescadores, marisqueros y amarraderos decidirían en mediano plazo ir a Ventanilla para salvaguardar sus vidas e inversiones, pero para tener la cosas claras, acordaron solicitar a Valdés y la ministra de la Producción, Gladys Triveño, instalar una Comisión multisectorial. Según el Director de Actas de ANEPAP, Limber Alamo, la misma debe estar conformada por representantes del Estado y de los gremios para planificar y dirigir el proceso de reubicación. En ella se propondrá al Gobierno que considere fijar una compensación para los afectados, además de apoyar proyectos productivos y programa habitacionales para la justa reubicación de todos. Según indicaron, sus pedidos son justificados porque antes se dio una indemnización parecida a 452 estibadores de Enapu. La cantidad que les entregaron fue de S/. 23 millones y les ayudó a enfrentar un periodo difícil, mientras se decidía si continuaban en el muelle norte, o eran reasignados a otros del país. El problema denunciado por los pescadores, marisqueros y amarradores del Callao es algo de cuidado y se debe tratar con pinzas pues en ella está en juego tanto el desarrollo portuario su bienestar. Nuevamente, se debe esperar a que el Estado tome las cartas en el asunto, así pasen siglos para ello.
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