Desde Abimael Guzmán hasta ‘Artemio’ pasarán el resto de sus días en este fortín chalacoRecientemente el país volvió a dar un batacazo mortal al terrorismo.
Luego de un despliegue militar en zonas intrincadas del Alto Huallaga,
se pudo capturar a uno de los últimos bastiones de Sendero Luminoso,
Florindo Flores Hala (a) ‘Artemio’.
Una vez en custodia este alto mando, nacía una interrogante de suma
importancia: ¿dónde debía terminar sus días? Según la legislación
antiterrorista vigente, luego de los 15 días en la Dircote, los acusados
deben ser trasladados a un penal de alta seguridad.
Eso no dejaba muchas opciones posibles, sólo ‘Piedras Gordas’ y el de la
Base Naval del Callao. La prisión chalaca fue elegida porque cuenta con
una sala especial para procesados y sólidas medidas de seguridad.
‘Artemio’ ya fue trasladado.
Dios los cría, y ellos se juntan
El presidio construido en el gobierno de Alberto Fujimori es actualmente
el lugar donde pasan sus días otros altos mandos del terrorismo, así
como el propio ‘arquitecto’ del establecimiento, quien la década pasada
prácticamente tenía en sus manos al país.
Presidente Gonzalo
Uno de los más sanguinarios de todos los tiempos, quien se
autodenominaba la cuarta espada del maoísmo, es el llamado ‘Presidente
Gonzalo’. Abimael Guzmán Reynoso, personaje nefasto que los jóvenes
confunden como actor o congresista, pasará el resto de su vida en la
Base Naval.
La bestia que daba muerte a poblados enteros en nombre de su ‘guerra
popular’ pasa sus días en una celda de unos metros cuadrados, sin
comodidades, pero con la facilidad de ‘escapar’ de su realidad leyendo
cuanto libro puede.
Guzmán, según se denunció, tuvo demasiados beneficios para su estatus de
cabeza del terrorismo. Ello se prueba por el hecho de pasar una luna de
miel con su pareja, la también alta directiva de Sendero, Elena
Iparraguirre, la camarada ‘Miriam’.
Fuentes de inteligencia revelaron que Fujimori tuvo el deseo de
fusilarlo para sentar un precedente luego su captura el 12 de septiembre
de 1992, sin embargo, Montesinos le sugirió condenarlo a la cadena
perpetua.
Polay
Víctor Polay Campos, el dirigente supremo del Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru (MRTA), también terminará sus días encerrado en la Base
Naval. Este sanguinario terrorista fue capturado en Huancayo y
posteriormente recluido en la prisión chalaca en 1992. Fue hallado
culpable de aproximadamente 30 delitos.
El sujeto, que en su juventud fuera estudiante de la Universidad
Nacional del Callao, fundó su grupo armado en 1982, luego de lo cual se
llevó sin misericordia la vida de miles de peruanos. Actualmente no se
le permiten las visitas ni ningún otro lujo. Tal vez, a diferencia de
Guzmán, el no volverá a ver una mujer.
‘Feliciano’
Óscar Ramírez Durand (a) ‘Feliciano’ fue quien asumió el mando de
Sendero Luminoso cuando Abimael Guzmán fue apresado en la llamada
‘operación del Siglo’. Mientras estuvo frente a las operaciones continuó
con la ‘guerra popular’ y dio nacimiento a las columnas senderistas del
Huallaga y Vrae: se podría decir que es el padre de ‘Artemio’.
El proceso en su contra fue anulado y reiniciado, por lo cual en junio
del 2006 obtuvo una condena de 24 años. Sin embargo, en un fallo
posterior, fue condenado a cadena perpetua, la misma que purga también
en la Base Naval.
El cabecilla, probable fundador del narco-terrorismo de la selva, fue
capturado en 1999 y terminará sus días en una celda de unos metros
cuadrados.
El ‘Vladi’
Irónicamente, el ‘arquitecto’ de esta cárcel de máxima seguridad,
regresó a ella, y no de visita. Vladimiro Montesinos, el ex jefe del SIN
del gobierno fujimorista, fue sentenciado a 25 años de prisión en la
‘morada’ que levantó para los más buscados del país.
El 1 de Octubre del 2010, la Primera Sala Penal Especial resolvió
sentenciarlo por la matanza de Barrios Altos, La Cantuta y la
desaparición y muerte del periodista Pedro Yauri. Otros juicios estarían
pendientes.
Sin esperanzas
‘Artemio’ es un cabecilla terrorista y, como tal, no puede acogerse al
arrepentimiento o a la colaboración eficaz. Por ello le espera la cadena
perpetua, la cual cumplirá en la Base Naval, fuerte inquebrantable donde
las esperanzas mueren junto con sus dueños.
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