Integrantes de la banda están implicados en muerte del mecánico de Pueblo Libre y ataque al ‘Loco Aldo’La balacera acontecida el martes en la avenida Gambetta es posiblemente
el inicio de una cruenta guerra en la que las más avezadas bandas
criminales se jugarán el dominio del Callao, la provincia constitucional
tristemente vapuleada por la delincuencia.
Los robos menores, aunque indignantes, no son los incidentes de mayor
peligrosidad. El temor de todos los residentes del puerto nace por el
aparente despliegue de los ‘pesos pesados’ del crimen organizado,
dispuestos a matar a quien sea sin ningún remordimiento.
Una de ellas, tal vez la más sanguinaria de todas, es llamada ‘Los
Noles’ y en su haber tienen muchos crímenes, como el de Wilson Pedro
Masías (a) ‘Pedrito’, quien pertenecía a otro bando de similar
ferocidad: los ‘Malditos de Castilla’.
Abren fuego
Integrantes de la temible banda atacaron a balazos a Aldo Esquivel
Suyón, hampón ya plantado que responde al apelativo de ‘Loco Aldo’.
Según se presume, querían ejecutarlo por la disputa de cupos de
Construcción Civil, entidad a la cual, aseguró, no pertenece.
De acuerdo a los testigos, al promediar el medio día del martes, el
ahora empleado de Enapu estaba reunido con un grupo de trabajadores en
la cuadra 46 de la avenida Néstor Gambetta, cuando tres sujetos armados
les dispararon.
“Yo trabajo para Enapu, en el área de seguridad y medio ambiente. Al
momento del atentado estaba esperando la salida de camiones”, declaró
Esquivel, tras salir bien librado del tiroteo. Aseguró además que ya
dejó la mala vida.
Producto del ataque resultó herido José Cruz Pereda (31), hermano del
avezado ‘Chino Popy’, preso en el penal ‘Sarita Colonia’, Richard Martín
Valenzuela Cabrera (27) y a un tercero que no fue identificado. Al lugar
del atentado acudieron detectives de Homicidios de la Divincri Callao,
quienes hallaron gran cantidad de casquillos de bala.
Los ataques de este tipo, lamentablemente, son cosa de todos los días en
el primer puerto sin embargo, este último parece ser el inicio de una
guerra, y no sólo por cupos, como en el ataque a ‘Loco Aldo’, sino, por
la supremacía de la zona. Para ello deben acabar con su competencia.
A sangre fría
Según las últimas investigaciones, los homicidas de César Rojas
Cisneros, el mecánico asesinado a balazos en la puerta de su taller en
Pueblo Libre, serían integrantes de ‘Los Nole’, quienes tenían el
encargo de matar en realidad a Wilbur Castillo, ex integrante de los
‘Malditos de Castilla’.
Este asesinato a sangre fría levantó varias hipótesis. Primero se dijo
que podía tratarse de un crimen pasional, pero todo indica a una vieja
disputa por cupos de Construcción Civil entre bandas del Callao. Los
pesos pesados del crimen chalaco luchan por la supremacía.
Según se informó, la policía ya identificó a los dos sicarios. Ellos son
Ronald Salas Guarniz (a) ‘Ronald’, y Luis Armando Vigil Atoche, (a)
‘Peluca’. Ambos pertenecen a la banda chalaca que el 2008 acribilló a
Wilson Pedro Masías (a) ‘Pedrito’ y a su joven acompañante dentro del
vehículo donde se encontraban.
Su identidad se conoció gracias al video de una cámara de seguridad
municipal. En la misma se ve a los dos sujetos disparando siete veces
contra su víctima, luego de lo cual huyen en un vehículo blanco.
Cómplice justicia
‘Los Nole’, según se creía, era una banda que estaba desarticulada y
casi reducida a la nada. El año, en un polémico fallo emitido por la
Segunda Sala Penal para Reos en Cárcel, se absolvió a siete de los
implicados en el asesinato de ‘Pedrito’. Ello causó la ira de los
‘Malditos de Castilla’.
Este hecho de sangre pudo haberse evitado si ‘Ronald’ y ‘Peluca’ no
hubieran sido liberados por orden de la jueza Elvira Álvarez Olazabal.
Sin embargo, ahora con su accionar, parece haberse iniciado una guerra
que derramará mucha sangre en el primer puerto.
Sea por la disputa de cupos, venganza o eliminar competencia, ‘Los Nole’
ya han asesinado a un inocente, y pudieron ser más con el ataque al
‘Loco Aldo’ y compañía. Ahora la policía debe redoblar esfuerzos pues el
Callao, vapuleado ya por la delincuencia, está a punto de convertirse en
tierra de nadie.
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