Si jugadores no cobran hoy, iniciarán un paro que puede representar la muerte del plantel chalaco
La cosa ya no es color de rosa, sino de hormiga. En el Sport Boys del Callao las deudas han propiciado que los peloteros decidan no jugar su próximo partido ante el Inti Gas de Ayacucho si no les cancelan hasta hoy viernes algunos de sus sueldos atrasados.
En la gestión de la ex presidenta del club, Karla Bozzo, se había anunciado que los jugadores estarían al día en sus pagos, y ello llenó de ilusión a muchos, sin embargo, el problema sólo se agrava con el pasar de los días. Con la nueva dirección los chalacos parecen estar peor y no hay una solución a la vista. ¿Es fundada una supuesta huelga?
La “Misilera” se hunde
La situación económica del Sport Boys no se ha ido al suelo de la noche a la mañana. Como ejemplo nada más se puede recordar que el elenco rosado llegó a un acuerdo con la Agremiación de Futbolistas para financiar sus deudas pendientes del año 2011, tal como lo señala el acta de compromiso firmada entre la FPF y la Safap.
De esta manera, el elenco del puerto quedó habilitado para jugar el Torneo Descentralizado 2012, sin embargo, a unos días de terminar mayo, los problemas no han sido solucionados. Unirse a la huelga de jugadores, cuando la San Martín se retiró del campeonato, no les sirvió de nada: todavía ‘no la ven’.
La gestión de Bozzo no fue de las mejores. Ella tuvo que retirarse casi entre los palos por no saber llevar un barco a punto de hundirse en la profundidad de una crisis sin solución. Su sucesor, el administrador temporal, César Lecca, no está en mejor posición pues no cumplió hasta ahora con cancelar el mes de abril.
“Si no nos pagan este viernes, no vamos a jugar. Nos dijeron que nos iban a pagar la semana pasada, pero no pasó nada. Nos mintieron”, comentó el capitán de los rosados, un indignado Mario Gómez a quien le estarían debiendo mucho más de tres sueldos.
Para “tirarle la boya” a los jugadores, un grupo de entusiastas formó la ONG “Juntos por el Boys”. Ella pretendía recaudar la mayor cantidad de recursos económicos para cancelar las deudas de los peloteros, sin embargo, la tarea no ha sido fácil y poco se ha hecho en realidad.
“Necesitábamos hacer algo por nuestra institución, así que junto a un grupo de socios, profesionales todos, decidimos crear esta ONG para ayudar de manera desinteresada a nuestro club”, indicó el presidente de la organización, Enzo Costa, sin embargo, de lo prometido no se ha visto mucho.
El cariño no basta
Mario ‘Machito’ Gómez, referente indiscutible del equipo, también está desesperado. Explica que el cariño por el Boys no está en duda, sin embargo, con ello no le da de comer a su familia. “Hemos demostrado que dejamos todo por el equipo, pero nos deben tres meses de sueldo”, recalcó.
Él y su grupo desean romper la mala racha que tienen jugando en casa, pero para ello, primero, deben tener algo en los bolsillos. Si hoy no se cumplen las promesas, la “Misilera” puede hundirse irremediablemente.
Por otro lado Jorge Huamán, Jair Yglesias y otros rosados, denunciaron que les deben hasta ocho meses de sueldo, lo cual es insufrible para cualquier persona. Las reservas de los buenos tiempos les estarían salvando la vida a los rosados, pero nada dura para siempre y eso justamente los tiene en vilo en la actualidad.
“Hemos decidido que no vamos para más. Vamos a ver la manera de no jugar el domingo hasta que no nos cancelen algo. Yo no quiero bajar los brazos pero la situación ya no da para más”, sostuvo Yglesias.
Qué esperar
Para los rosados la cosa es clara: si hoy no les liquidan las deudas, no jugarán ante Inti Gas. La medida de fuerza podría extenderse a toda la temporada, no habría ingresos por publicidad ni taquilla y así ni un sol entraría al club, lo cual sólo terminaría por hundir el barco.
Sin embargo, ¿existe mejor destino mientras se sigue jugando sin cobrar ni un centavo? La diferencia sería que los peloteros seguirían en actividad y podrían ser reclutados por equipos de mejores manejos. Esto suena bien, pero ¿cuánto más deben esperar por un destino mejor? El hambre no perdona, no sabe de promesas.
La “Misilera”, lamentablemente, seguirá navegando en un mar turbio sin aparentes oportunidades de rescate. Mientras los directivos se cansan de ofrecer pagos, los jugadores la pasan mal y ya no piensan en goles sino en cheques. Tal situación no se solucionará sin directivos con verdadero oficio: el Sport Boys se hundirá por el peso de sus malas gestiones.
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