Los actos delictivos no se detienen en Ventanilla. Ahora le tocó el turno a un joven taxista que perdió su herramienta de trabajo luego de que dos desconocidos le prendieran fuego al vehículo.
En horas de la noche y aprovechando la poca concurrencia de personas. Alejandro Beas Iglesias (27), regresaba de su jornada laboral del día y decide dirigirse al domicilio de su novia ubicado en el IV Sector de Antonia Moreno de Cáceres.
El propietario del automóvil de placa A8E-486, decide estacionar su vehículo en el parqueo de la zona. Horas después el joven; quien se encontraba en el interior de la casa escucha un fuerte estallido, al salir encontró su auto envuelto en llamas. A la llegada de los bomberos poca o nula fue la ayuda, ya que el vehículo había sido consumido por el fuego, quedando destrozado y en desuso.
Según la versión de algunos vecinos, un vehículo color negro, con lunas polarizadas sin placas de rodaje; se estacionó cerca al auto del señor Beas, bajando del interior dos sujetos altos de contextura gruesa, con un balde de color amarillo y con una botella en la mano. Los sospechosos rompieron la luna posterior del vehículo tirando la botella en el interior del carro y roseando petróleo.
Sin embargo, el propietario del auto desconoce los motivos y a los autores del hecho ilícito. La policía no descarta que este lamentable suceso sea producto de un ajuste de cuentas.
En horas de la noche y aprovechando la poca concurrencia de personas. Alejandro Beas Iglesias (27), regresaba de su jornada laboral del día y decide dirigirse al domicilio de su novia ubicado en el IV Sector de Antonia Moreno de Cáceres.
El propietario del automóvil de placa A8E-486, decide estacionar su vehículo en el parqueo de la zona. Horas después el joven; quien se encontraba en el interior de la casa escucha un fuerte estallido, al salir encontró su auto envuelto en llamas. A la llegada de los bomberos poca o nula fue la ayuda, ya que el vehículo había sido consumido por el fuego, quedando destrozado y en desuso.
Según la versión de algunos vecinos, un vehículo color negro, con lunas polarizadas sin placas de rodaje; se estacionó cerca al auto del señor Beas, bajando del interior dos sujetos altos de contextura gruesa, con un balde de color amarillo y con una botella en la mano. Los sospechosos rompieron la luna posterior del vehículo tirando la botella en el interior del carro y roseando petróleo.
Sin embargo, el propietario del auto desconoce los motivos y a los autores del hecho ilícito. La policía no descarta que este lamentable suceso sea producto de un ajuste de cuentas.
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