Lo firmaron en el 2011 y no pasó ni un año para que lo pisotearan como les dio la ganaLuego de descubrirse la oscura mafia de algunas editoriales que se
aliaban con los colegios para tener preferencia en la compra de sus
textos con costos elevados, los padres de familia ya respiran con más
tranquilidad pues en poco estos ‘atentados’ a su economía quedarán en el
olvido.
El último martes, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios
(Aspec) denunció a las empresas editoras Corefo, Bruño, Santillana y
Hilder, por cometer estos oscuros negociados. Como es lógico, ellas
indican que no están implicadas en el tema.
A pesar de sus versiones, el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi)
fue más allá y, como medida cautelar, ordenó la inmovilización de sus
fondos. Con ello la entidad busca asegurar la devolución del dinero
pagado en exceso por los afectados.
Compromiso caído
En marzo del año pasado, 24 editoriales, incluidas Santillana, Corefo,
Bruño y Hilder, firmaron un pacto ético voluntario donde se
comprometieron a ofrecer sus textos escolares sin brindar comisiones de
ningún tipo a los centros educativos.
Asimismo, acordaron conformar un comité especial para promover la
transparencia en el desarrollo de sus labores. Ni siquiera pasaron doce
meses y tal parece que todo esto quedó en el olvido para algunas de las
empresas.
Jaime Carbajal, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), afirmó
que su gremio no permitirá que se venda materiales educativos a precios
inflados. Según indicó, el martes se reunió con la Comisión de Honor de
su organización para determinar la sanción que aplicarán a las firmas
incumplidas.
"Las cuatro denunciadas (Santillana, Corefo, Bruño y Hilder) han sido
citadas para que brinden sus descargos", sostuvo.
Según se informó, estas editoriales podrán ser amonestadas por escrito
o, incluso, expulsadas de la CPL. Aclaró además que su sector no tiene
responsabilidad alguna en la alteración ni en la determinación de los
costos. Su función, explicó, es la de recopilar la relación completa de
los precios de libros para entregarla al Indecopi.
Libro inmortal
Según el congresista Jaime Delgado, los padres de familia deben tener la
libertad de elegir los textos que usarán sus hijos. Por ello, presentó
una solicitud a la Comisión Permanente del Congreso para un proyecto de
ley donde se garantice la reutilización de los libros para la educación
primaria y secundaria.
"La propuesta establece sanciones para las instituciones educativas que
obliguen a sus estudiantes a comprar textos nuevos o que hayan sido
diseñados deliberadamente para un solo uso. Así se detendrá este negocio
ilegal", agregó.
Pidió además reforzar la acreditación de los libros para que sean
recomendados por su calidad y no por los beneficios económicos que darán
a los planteles.
Por su parte, el viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas,
informó que el sector Educación planteará una nueva ley para obligar a
los colegios a emitir tres opciones de textos escolares. Con ello los
padres podrán elegir y no se vean obligados a comprar obras muy
costosas.
Útiles con costo VIP
Al negociado que existe para imponer la compra de libros, se ha sumado
la sugerencia qué hacen algunos colegios respecto a la compra de
determinadas marcas de cuadernos, reglas e incluso colores y lapiceros.
El parlamentario y presidente de la Comisión de Educación del Congreso,
Renán Espinoza, mostró la lista de útiles de algunos colegios donde se
ve claramente que exigen a los alumnos tener estos artículos pero con
costos VIP: se obligaba a comprar cuadernos de 4 soles, cuando de
existen similares a sólo 2.
Indignación colectiva
La educación de nuestro país, tristemente, se encuentra en los últimos
lugares de Latinoamérica. A pesar de esto, empresas inescrupulosas ponen
difíciles obstáculos a los padres de familia, sólo para llenarse los
bolsillos de dinero mal habido.
El presidente Ollanta Humala también mostró su indignación mediante
Twitter: ello es bueno porque muestra claramente su oposición ante este
delito, sin embargo, se espera que por el bien del país se acabe con
este flagelo, no con frases lanzadas en redes sociales, sino con hechos.
aliaban con los colegios para tener preferencia en la compra de sus
textos con costos elevados, los padres de familia ya respiran con más
tranquilidad pues en poco estos ‘atentados’ a su economía quedarán en el
olvido.
El último martes, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios
(Aspec) denunció a las empresas editoras Corefo, Bruño, Santillana y
Hilder, por cometer estos oscuros negociados. Como es lógico, ellas
indican que no están implicadas en el tema.
A pesar de sus versiones, el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi)
fue más allá y, como medida cautelar, ordenó la inmovilización de sus
fondos. Con ello la entidad busca asegurar la devolución del dinero
pagado en exceso por los afectados.
Compromiso caído
En marzo del año pasado, 24 editoriales, incluidas Santillana, Corefo,
Bruño y Hilder, firmaron un pacto ético voluntario donde se
comprometieron a ofrecer sus textos escolares sin brindar comisiones de
ningún tipo a los centros educativos.
Asimismo, acordaron conformar un comité especial para promover la
transparencia en el desarrollo de sus labores. Ni siquiera pasaron doce
meses y tal parece que todo esto quedó en el olvido para algunas de las
empresas.
Jaime Carbajal, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), afirmó
que su gremio no permitirá que se venda materiales educativos a precios
inflados. Según indicó, el martes se reunió con la Comisión de Honor de
su organización para determinar la sanción que aplicarán a las firmas
incumplidas.
"Las cuatro denunciadas (Santillana, Corefo, Bruño y Hilder) han sido
citadas para que brinden sus descargos", sostuvo.
Según se informó, estas editoriales podrán ser amonestadas por escrito
o, incluso, expulsadas de la CPL. Aclaró además que su sector no tiene
responsabilidad alguna en la alteración ni en la determinación de los
costos. Su función, explicó, es la de recopilar la relación completa de
los precios de libros para entregarla al Indecopi.
Libro inmortal
Según el congresista Jaime Delgado, los padres de familia deben tener la
libertad de elegir los textos que usarán sus hijos. Por ello, presentó
una solicitud a la Comisión Permanente del Congreso para un proyecto de
ley donde se garantice la reutilización de los libros para la educación
primaria y secundaria.
"La propuesta establece sanciones para las instituciones educativas que
obliguen a sus estudiantes a comprar textos nuevos o que hayan sido
diseñados deliberadamente para un solo uso. Así se detendrá este negocio
ilegal", agregó.
Pidió además reforzar la acreditación de los libros para que sean
recomendados por su calidad y no por los beneficios económicos que darán
a los planteles.
Por su parte, el viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas,
informó que el sector Educación planteará una nueva ley para obligar a
los colegios a emitir tres opciones de textos escolares. Con ello los
padres podrán elegir y no se vean obligados a comprar obras muy
costosas.
Útiles con costo VIP
Al negociado que existe para imponer la compra de libros, se ha sumado
la sugerencia qué hacen algunos colegios respecto a la compra de
determinadas marcas de cuadernos, reglas e incluso colores y lapiceros.
El parlamentario y presidente de la Comisión de Educación del Congreso,
Renán Espinoza, mostró la lista de útiles de algunos colegios donde se
ve claramente que exigen a los alumnos tener estos artículos pero con
costos VIP: se obligaba a comprar cuadernos de 4 soles, cuando de
existen similares a sólo 2.
Indignación colectiva
La educación de nuestro país, tristemente, se encuentra en los últimos
lugares de Latinoamérica. A pesar de esto, empresas inescrupulosas ponen
difíciles obstáculos a los padres de familia, sólo para llenarse los
bolsillos de dinero mal habido.
El presidente Ollanta Humala también mostró su indignación mediante
Twitter: ello es bueno porque muestra claramente su oposición ante este
delito, sin embargo, se espera que por el bien del país se acabe con
este flagelo, no con frases lanzadas en redes sociales, sino con hechos.
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