Captura de parricida en Bocanegra sería sólo la punta de una oscura madeja delictiva
Los maras ‘Salvatrucha’, la temible organización criminal asentada
principalmente en Centro América fue conocida en nuestro país por un
hecho sanguinario ocurrido en el Callao. Un desalmado joven de 19 años
asesinó a su padre para pertenecer a este delictivo grupo.
Óscar Barrientos Quiroz confesó haber dado muerte a su progenitor,
Rolando Octavio Barrientos Quintana, el 21 de mayo pasado en su propio
domicilio. Según dijo, el crimen era su prueba de ingreso y no lo dudo
ni un instante: disparó certeramente y pasó a la clandestinidad.
La violencia no nos es ajena. Los esfuerzos policiales parecen ser
insuficientes y los asesinatos son cosa de prácticamente todos los días.
El índice de criminalidad es alto, pero con la llegada de ‘los maras’ a
Perú, el Callao y otros distritos serían tierra de nadie.
La temida banda nació en Estados Unidos con la agrupación de varios
vándalos de origen salvadoreño. Luego, creció con otros latinos de poca
monta que, al ser deportados, la propagaron principalmente en Centro
América. ¿Es este el caso de nuestro país? Muchos se preguntan cómo un
joven chalaco tomó contacto con este sanguinario grupo.
Redes para el mal
Como reveló la policía, la siniestra pandilla creada hace casi 40 años
cuenta con al menos 20 integrantes en Lima, todos ellos jóvenes y
adolescentes residentes en barrios marginales, quienes habrían sido
captados a través del internet.
Según se informó, el parricida Óscar Barrientos Quiroz no dio
información sobre los miembros de la banda pues los soplones son
castigados con la muerte, pero los agentes pudieron obtener ciertos
detalles de importancia.
El joven reveló que, a través del Facebook y otras redes sociales, se
relacionó con maras salvadoreños. Al respecto, la División de
Investigación de Delitos de Alta Tecnología de la Policía Nacional se
sumó a las pesquisas de rigor, a solicitud del Ministerio Público.
Con ello, se busca rastrear los correos electrónicos del detenido, así
como las comunicaciones que mantuvo por las referidas web a fin de
identificar a sus cómplices tanto en Lima como en el extranjero. De
lograrse esto, nuestro país se estaría librando de un flagelo sumamente
dañino.
El Callao estaría infectado
Según se presume, no es novedad la presencia de los ‘salvatrucha’ en el
primer puerto. En las urbanizaciones Bocanegra, Las Fresas, Las Garzas y
7 de Agosto se siente temor, pues crímenes muy similares al perpetrado
por Barrientos Quiroz se dan continuamente.
Como se precisó, esta organización delincuencial ‘está compuesta por
jóvenes que tienen una actitud contestaría frente al Estado y hacen de
la violencia un lenguaje de protesta y enfrentamiento.
Estos grupos son incluso más violentos que los ya conocidos en el
puerto. Ellos podrían desatar verdaderas guerras del hampa en pos de
obtener el control de zonas específicas del Callao. No es descabellado
pensar esto pues en los lugares donde se han asentado y en Centro
América son un infierno.
Como ejemplo de esto, el coronel Mario Miranda, jefe de la Divincri
Bellavista, afirmó que Óscar Barrientos Quiroz es un “psicópata que ni
se inmuta ante el interrogatorio”.
“Ha confesado su crimen de la manera más cínica que puede tener un
psicópata”, indicó. Con sus palabras y sobre todo el asesinato de su
propio padre sólo confirma la sangre fría de estos sujetos para actuar
en cualquier crimen.
La marca del mal
Mientras se realizaban las investigaciones el propio detenido mostró
que, en la parte interna del labio inferior tenía la temida marca ‘MSX3’
perteneciente a ‘los maras salvatruchas’. Inmediatamente los agentes
confirmaron la triste realidad: el temido grupo delictivo tendría nexos
en el país.
Según se determinó, por el momento son aproximadamente 20 los miembros
peruanos, sin embargo, muchos más pueden estar bien escondidos a la
espera de más crímenes. La policía debe acabar con este monstruo antes
de que tome fuerza y se devore entero a Lima y el Callao.
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