Contaminación e invasiones en la zona juegan en contra de esta reserva natural chalaca
Uno de los problemas que siempre enfrentaron los “Humedales de
Ventanilla”, fue la contaminación. Hoy un nuevo peligro amenaza con
desaparecer este oasis: la presión urbana, negligencia de las
autoridades e irresponsabilidad de pobladores de la zona juegan en
contra de su subsistencia.
Esta área de conservación regional parece estar siendo olvidada por
quienes tienen la función de protegerla. Por si fuera poco, desde la
fecha de su “legalización”, el pasado 20 de diciembre de 2006, el lugar
no cuenta con los espacios limítrofes señalizados, por ello algunos de
sus sectores han sido ocupados por desechos y desperdicios.
“Se han encontrado una serie de irregularidades en dicho sector, se ha
observado residuos sólidos y hasta desmonte. No hay zonas limítrofes
estables, no hay cerco perimétrico, que se debió establecer, y no existe
un trabajo coordinado del Gobierno Regional, como tampoco de la
Municipalidad de Ventanilla, quien no se hacen responsables de su
supervisión”, dijo el comisionado de la Defensoría del Pueblo del
Callao, José Cervantes.
Asimismo, recomendó también tomar las medidas necesarias a fin de evitar
futuros actos de invasión y tráfico de terrenos en el área de
conservación, pues este es un delito que se viene incrementando en el
distrito donde se asientan Los Humedales.
Lo más preocupante
Durante la visita de supervisión se observó que en el asentamiento
humano Apurímac, la pérdida de vegetación es considerable. Se advirtió
que en el lugar la delimitación de linderos no es clara, por lo cual
existe el riesgo latente de futuras invasiones.
El Decreto Nº 488-534-2010, precisa que al interior del Área de
Conservación Regional “Humedales de Ventanilla”, se permite el uso
directo de los recursos naturales renovables, bajo los planes de manejo
aprobados, supervisados y controlados por la autoridad nacional
competente, sin embargo, a la fecha las opciones de uso no son
fiscalizadas.
“El otorgarles documentos adquiridos a los pobladores de la zona en
controversia no significa que, mientras vives en un área de
conservación, se puede hacer lo que quiera, aclaró Cervantes.
Peligro latente a recordar
Por si fuera poco, el año pasado un niño de 6 años murió ahogado en los
Humedales de Ventanilla, por un descuido de sus padres y la imprudencia
del menor quien pretendía nadar en una zona profunda y fangosa en la
zona conocida como ‘Tres pocitos’. Debido a incidentes como este, urge
una mayor vigilancia de los responsables del área.
La Defensoría del Pueblo reconoció los esfuerzos del Gobierno Regional,
que ha desarrollado programas de urbanización en la zona, sin embargo,
al cierre de esta edición, esta dependencia no se pronunció al respecto.
“El Gobierno Regional ha reconocido que ha cometido errores, y se han
comprometido a ejecutarlos de manera coordinada”, dijo el representante
de la Defensoría, José Cervantes.
Proyecto la “Fisurella”
En el 2007 existió la propuesta de crear una “Fisurella”, o también
conocido como el salón de los “Humedales de Ventanilla”, que permitiría
la identidad y representatividad de esta zona costera, pero a la fecha
nada de esto se ha concretado.
“A mí me contrataron para hacer el estudio técnico y el diseño de la
Fisurella o Lapa, que consiste en un auditorio para desarrollar diversas
actividades culturales. En su época se estimó un presupuesto de 2
millones de soles, pero no hubo nada concreto” indicó el arquitecto
Kadir Farfán, encargado del proyecto.
Asimismo, según explicó, es muy importante ejecutar esta obra para darle
la relevancia que merece esta reserva natural, actualmente en sumo
peligro por la irresponsabilidad de diversas personas y entidades.
Sin respuestas
Prensa Chalaca intentó comunicarse con la Gerencia de Recursos Naturales
del Gobierno Regional innumerables veces, pero hasta el cierre de esta
edición no se obtuvo respuesta. Ello dejó cabos sueltos en el tema de
supervisión, fiscalización y situación legal de los pobladores de “Valle
Verde”.
Más de los Humedales
Los Humedales de Ventanilla, con una superficie de 578 hectáreas, son el
refugio de 62 especies de animales y gran variedad de vegetales. Un
paraíso natural que descansa muy cerca a nosotros.
Se encuentran rodeados por colinas bajas pertenecientes a la Pampa de
Ventanilla, los cerros Salinas y Los Perros. Cuenta con diversidad de
aves y plantas que, si no se actúa inmediatamente, desaparecerán por la
dejadez de lugareños y autoridades.
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