Presencia del mandatario en demolición del peaje, podría hacer que el Estado pierda juicio contra empresa argentina
Luego que se decidiera derrumbar el llamado “monumento a la corrupción
chalaca” construido por la empresa peruano-argentina Convial, las
consecuencias podrían ser perjudiciales para el país a causa del
proceso
judicial que sigue el Estado por rescindir un contrato de 30 años con
la
Municipalidad del Callao, luego que la demanda fuera acepta por el
Tribunal Internacional de Comercio.
Cabe destacar que Convial denunció al Perú ante la CIADI por un monto
de
30 millones de dólares alegando que la restricción del contrato se
debió
a causas políticas, y justamente la presencia del presidente Ollanta
Humala en la demolición de las garitas y bermas les daría la razón.
Ante ello, el legislador Víctor García Belaunde fue el primero en
criticar la presencia del mandatario de quien dijo haber sido
sorprendido
por la autoridad regional del Callao, Félix Moreno, pues afirmó que se
le
había malinformado sobre las consecuencias de su presencia en este acto
contra la corrupción.
“Ahora se ha derrumbado el monumento a la corrupción, una obra que
nunca
debió construirse. Este peaje se tramó en una sala del Servicio de
Inteligencia Nacional con Vladimiro Montesinos, no hay que olvidarse
nunca”, manifestó García Belaunde.
Otro de los parlamentarios que cuestionó el accionar del presidente de
la
República fue Teófilo Gamarra, quien también forma parte de la
Comisión
de Fiscalización del Congreso, mencionando que el mandatario no debió
acudir a tal evento.
“Tal como se generó esta obra se habrían hecho contratos lesivos en
contra del país y de los ciudadanos de Lima y del Callao. La
destrucción
de estas casetas es una señal clara de rechazo a todos los actos
vinculados con temas de corrupción”, añadió el legislador.
Caprichos millonarios
Asimismo, otros parlamentarios criticaron duramente las acciones de
Ollanta Humala, pues manifiestan que debería dedicarse a controlar la
inseguridad ciudadana que asola a la población y las continuas muertes
que se suscitan por los enfrentamientos en el Valle de los ríos
Ayacucho
y Ene (Vrae).
Por su parte los medios de comunicación prácticamente “dieron con palo”
al mandatario, enfilando sus baterías contra su caprichoso ego que le
puede costar millones al país, en su afán de levantar su alicaído
porcentaje de aceptación no tuvo reparo en presuntamente realizar una
trasgresión de la ley.
Como se recuerda la noche del derrumbe de las garitas el mandatario
expresó, “Esta era una obra bastante cuestionada, era un peaje para tan
solo un kilómetro y medio de carretera. La demolición beneficia a todos
los que usamos esta ruta y salvaguarda la seguridad de los ciudadanos”,
con estas palabras Ollanta sentenciaba la demolición de las garitas.
Claramente el egocentrismo y la vanidad han tomado por asalto las
huestes
del presidente Ollanta Humala, quien en campaña presidencial prometía a
sus seguidores seguir la hoja de ruta con rudeza desestimando todo acto
de “figuretismo” porque sus votantes querían la gran transformación del
país.
Presuntos culpables
Algunos de los moradores del Callao no comprenden como el presidente
regional Félix Moreno tiene la catadura moral para hablar de una lucha
contra la corrupción cuando fue él cuando era alcalde de Carmen de la
Legua, conjuntamente con Alex Kouri alcalde del Callao quienes
realizaron
el presunto negociado de Convial.
Tal como lo afirmaba el parlamentario García Belaunde, quien condujo
las
investigaciones en la comisión de fiscalización del Congreso respecto a
la Vía Expresa del Callao señalando que Félix Moreno fue partícipe de
este “monumento a la corrupción” porque era alcalde de Carmen de la
Legua
y apoyó a Kouri en todas las cosas que quiso hacer”.
Finalmente se pudo conocer que “todos los involucrados en el proceso de
la empresa extranjera Convial, que se encuentra en el Segundo Juzgado
Anticorrupción de Lima, están de gerentes, asesores y directores de la
Región Callao”. Así lo afirmó García Belaunde.
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