Policía alerta sobre aumento de delincuencia juvenil en Lima y Callao
Preocupante. Según revela un reciente informe de la policía nacional, la delincuencia juvenil en Lima y Callao se ha incrementado escandalosamente en el presente año, tanto así que en la actualidad más de 24 mil jóvenes forman parte de alguna pandilla o banda criminal organizada.
Según refieren las cifras de los agentes del orden, tanto en la ciudad capital como en el primer puerto del país, operan actualmente 410 grupos delincuenciales que mantienen en vilo a la población, lo cual hace pensar si en realidad las acciones tomadas por las autoridades son reales, o sólo una pantalla.
Alta peligrosidad
Junto con la cantidad de pandilleros, también ha aumentado la violencia y peligrosidad de sus delitos. Los resultados del mencionado informe revelan que ahora ellos son más agresivos y usan armas de fuego adquiridas con suma facilidad en el mercado negro, principalmente las zonas de ‘Las Malvinas’ y ‘La Cachina’.
Armados hasta los dientes, los jóvenes que van desde los 14 hasta 24 años, son los principales gestores de crímenes lamentables en toda la ciudad. Muchos de ellos tienen un amplio prontuario, y otros más han cumplido penas privativas de la libertad, sin embargo, en la actualidad siguen quebrando la tranquilidad de diferentes zonas de la ciudad.
Para muchos especialistas, la delincuencia ha puesto en serio riesgo a la población. El incremento de las pandillas juveniles propicia que se ponga en debate las estrategias seguidas para terminar con este flagelo pues al parecer no están surtiendo efecto.
“Ahora, los pandilleros utilizan armas de fuego. Además, son más agresivos y, generalmente, están liderados por adultos que conminan al grupo a delinquir”, refiere Marco García, asesor del Consejo Nacional para la Seguridad Ciudadana, CONASEC.
Carrera hacia la cúspide
Para el antropólogo Gabriel Calderón, los delincuentes juveniles están en una constante lucha para establecerse como líderes de su respectiva organización. Para ello, no piensan dos veces si tienen la oportunidad de mostrar su ‘bravura’ cometiendo un atraco o peor, un crimen.
“El máximo escalafón al interior de las pandillas son los actos criminales, y no se detendrán a pensarlo si tienen la oportunidad en las manos”, comenta.
Por su parte, Carlos Romero, investigador de la ONG Ciudad Nuestra, refiere que los jóvenes con este pensamiento asesino se comportan como una bomba de tiempo a punto de explotar en el momento menos esperado.
“Este fenómeno, cuyos principales delitos son los robos, lesiones y muertes, constituye el rostro más amenazante de la inseguridad ciudadana de Lima y Callao.
No obstante, se desconoce cuántos pandilleros siguen cometiendo hechos delictivos, y cuántos de ellos han reincidido. En los últimos seis meses, más de cien agrupaciones delincuenciales fueron desarticuladas, y sus miembros han sido incluidos en unidades de Jóvenes en Riesgo y de Participación Ciudadana, donde se les propicia cambiar con diversos talleres y deportes, sin embargo, los crímenes siguen cometiéndose.
Delincuencia a la chalaca
La violencia más cruda de estos grupos delictivos se vive en el Callao. Aquí, desafortunadamente, se puede encontrar a niños de 12 años en posesión de armas de fuego que muestran fieramente a quien se atreva a mirarlos mal.
Según la Oficina de Participación Ciudadana de la policía del primer puerto, cada semana no son pocos los menores intervenidos por atracos y violencia a mano armada, sin embargo, por su corta edad, no son castigados adecuadamente.
Según las estadísticas presentadas por los agentes policiales, los lugares más comprometidos por la delincuencia en el Callao son los distritos de La Perla, donde la avenida La Paz es un lugar común de delitos, y Ventanilla, donde existen numerosas pandillas.
Asimismo, en el Cercado chalaco, se encuentran barrios como los Barracones, Castilla, Ruggia, Corongo, Ciudad del Pescador, Puerto Nuevo, y Chucuito, lugares conocidos por su alta peligrosidad donde casi nadie se atreve a poner un pie.
Sentimiento de inseguridad
Según una encuesta realizada por Conasec, se determinó que el 76% de los ciudadanos ubican al pandillaje, incluyendo todas sus formas de violencia, como el mayor problema a solucionar por las autoridades.
La mayoría de los encuestados no creen se esté combatiendo efectivamente el problema, muestra de ello, según relatan, es el incremento escandaloso de los delitos, de los cuales, al menos una vez han sido víctimas. Consideran que los responsables no hacen nada, por lo cual, cambiar este sentimiento de desaprobación será posible sólo con acciones verdaderas y eficientes.
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