Estructuras de casonas pueden caerse sobre muchas personas, y ante ello, se espera la intervención municipalLa gente del Callao ha demostrado que con muchas ganas y empeño se puede cambiar la cara de una comunidad, pero esto se ve opacado por la ‘dejadez’ mostrada por algunas autoridades en sus funciones.
Muchos de ellos no advierten una posible catástrofe que podría cobrar la vida de inocentes. Las viejas casonas del centro y las edificaciones que se están desmoronando exponen la integridad física de los peatones chalacos.
Un indignante caso de esto es el que se aprecia en el cruce de los jirones Salaverry y La Libertad del Callao, donde está funcionando el nido “Mi Pequeño Mundo”. Este pequeño albergue cuida de muchos niños con edades comprendidas entre 2 a 5 años, y a pesar de la buena voluntad de sus educadoras, pone en riesgo la vida de los pequeños.
El centro educativo funciona en el primer piso de una vieja y deteriorada casona de dos plantas, construida ya hace mucho. Debido al paso del tiempo, el segundo nivel de la construcción está en pésimas condiciones y un derrumbe puede ocasionar una desgracia de grandes proporciones.
En la plaza José Gálvez se presenta una situación similar. Un antiguo solar que no muestra ninguna señal que advierta del peligro, amenaza con caer sobre cualquier persona quien se atreva a transitar a su lado. Sus cimientos están roídos por el tiempo y aún no hay indicios de solución.
Sus balcones se encuentran muy deteriorados. Aunque suene increíble, y hasta descabellado, sólo un viejo cartel que no se logra divisar claramente por perderse en el color de la facha, da señas de que muchos pueden perecer debajo de las viejas maderas de la construcción.
Según se sabe, estás añejas edificaciones pertenecen al patrimonio histórico del Callao, y por tal razón la comuna chalaca estaría planeado remodelarlas a fin de ser apreciadas en toda su magnitud. Con ello el peligro que se vive cada día en el puerto se dejaría de lado.
Sin embargo, hasta que esto suceda, el riesgo continúa presente bajo la sombra de estos predios.
Obras peligrosas
En la primera cuadra de la avenida Colón, con Paz Soldán, también se distingue la demolición del local donde funcionaba un antiguo colegio chalaco.
En las obras, como se pudo comprobar, no se halló ningún tipo de señalización para advertir a los peatones. Aunque parezca innecesario debido a que cualquiera puede ver los trabajos, es obligatorio montar las señales, a fin de guiar por buen camino a los transeúntes.
Hasta el momento de publicar este informe, se pudo observar que los encargados de la demolición sólo habían implementado un cerco improvisado con algunos palos y plásticos oscuros. Tal barrera es la única que prohíbe el ingreso a esta demolición.
Municipalidad se pronuncia
El Gerente de Desarrollo Urbano de la Municipalidad del Callao, Fernando Gordillo, mencionó que el derrumbe total del antiguo local del colegio San José Maristas “se les salió de las manos totalmente”. Según refirió eso más que una demolición parece una detonación.
Al mismo tiempo indicó que al no hallar respuesta por la presunta paralización de la demolición, se verá obligado a clausurar los trabajos por medidas de seguridad.
“Si no se pronuncian en uno o dos días, tendré que llevarme abajo dicha obra” explicó
Gordillo, quien dijo haber estudiado en el edificio, dio a conocer que en el terreno ahora se implementará una sede de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaría (SUNAT).
Caso de las casonas
Respecto a las viejas casonas que adornan la ciudad con sus mortales edificaciones, refirió:
“Hace cuatro años fuimos a desalojar a una señora de su casa porque esta se hallaba inclinada, casi 45 grados. Tú te imaginas vivir en una vivienda con tal peligro. Te imaginas si la gente no deja sus viviendas es porque no tiene otro lugar a donde irse” acotó.
Lo cierto es que si no se toman medidas para reubicar a los pobladores que vivan en estas condiciones, y si no se pone un freno a las empresas que simplemente tratan de sacarle la vuelta a la ley, muy pronto se esté cubriendo información sobre obreros sepultados o familias aplastadas por los escombros de alguna casona u obra no supervisada.
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