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Equipos obsoletos, trajes en mal estado y unidades inservibles hacen su trabajo aún más dificil

Falta de equipos, de unidades modernas y trajes contra fuego son algunas de las carencias de los Bomberos Voluntarios del Callao, quienes casi a diario arriesgan sus vidas pese a no contar con el material necesario para poder cumplir mejor aún con su labor. Son los primeros en socorrer al prójimo en accidentes de tránsito, incendios y otros tipos de desastres, aunque llevan décadas soportando una silenciosa debacle interior. No es falta de vocación lo que amenaza a los bomberos, sino la escasez de recursos, debido a que más de la mitad de su presupuesto anual se escurre, como agua entre los dedos, en reparaciones mecánicas y combustible para 815 vehículos, de los cuales 635 (75%) no funcionan como es debido. “Hay autobombas (cisternas que permiten lanzar chorros de agua a presión) que dan 8 km por galón de combustible, y otras que apenas llegan a los 30 km por hora. Y eso si es que arrancan, porque hablamos de unidades que en promedio tienen 30 años de antigüedad”, reveló Antonio Zavala, comandante general de los bomberos. Según Zavala, las limitaciones mecánicas de la flota consumen el 75% del presupuesto de S/.53 millones al año que les entrega el Ministerio de Economía. Solo en combustible, los hombres de rojo gastan S/.25 millones anuales para abastecer los vehículos que aún están operativos, mientras que otros S/.14 millones se van en reparaciones, a veces infructuosas, de las demás máquinas. Esta situación se da a pesar de que la Presidencia del Consejo de Ministros, sector al que pertenecen los bomberos, dejó sin ejecutar el 8% de su presupuesto del 2010. En el Callao, la situación no dista de lo que sucede en el resto del país, pues según manifestó el brigadier Alberto Márquez de la compañía de Bomberos de la Punta, en la actualidad cuentan con tres unidades, una de agua, la unidad auxiliar y una unidad nueva traída del extranjero que se encuentra inoperativa, ya que parte de su maquinaria se encuentra dañada. “La unidad nueva que nos ha llegado de Miami, es de segunda, está pintada, pero hemos detectado algunas fallas, que ya se han comunicado a las autoridades pertinentes, para que evalúen el costo del mantenimiento que requiere”, señaló. Cabe resaltar que en otros países las unidades se cambian cada cuatro años, sin embargo en el Perú esa renovación se realiza cada 30 años. Sin protección adecuada La falta de EPP dificulta la capacidad de respuesta de los bomberos y pone en riesgo sus vidas. Estas vestimentas, con tres capas de revestimiento especial contra el fuego, que incluyen botas, guantes y capotín (gorro que cubre las orejas y el cuello), cuestan entre US$4.000 y US$5.000, por lo que suele haber solo cinco en las compañías de Lima, y tres en las de provincias para todo el personal. Es por ello que suelen compartir estos equipos arriesgando muchas veces sus vidas, sin mencionar que muchos EPP, debido al uso y al inexorable paso del tiempo pierden sus propiedades de protección frente a las llamas de fuego. “Compartimos lo que hay, pero si el incendio lo exige, entras con el uniforme, que no protege nada, y el capotín. Es un riesgo, pero lo haces porque tratas de salvar vidas”, remarcó Márquez. Otro tema, es el equipamiento de las unidades de emergencia, en las cuales muchas veces hace falta lo indispensable para poder auxiliar a una persona en algún accidente o incendio. Cabe mencionar que el Comando Nacional de Bomberos cada vez que hace una nueva adquisición de materiales contra incendio, lo distribuye en concordancia a la ubicación de la compañía y a las necesidades de equipos de emergencia que se requiere. Por su parte, el brigadier Luis Armando Palomino Espinoza, primer jefe de la compañía de Bomberos Nº 7 del Callao, señala que existe un déficit en cuanto al traje de bombero, pues se maltrata constantemente y no hay una reposición en el corto plazo. “Las prendas que se usan están maltratadas, las botas por ejemplo se maltratan rápidamente”, indicó. Palomino Espinoza, señala que en su compañía se necesita cambiar la unidad de rescate, porque está vieja y si se mantiene operativa es por el mantenimiento que se le da. De otro lado mencionó que les hace falta una unidad médica, ya que en la actualidad existen más demandas de urgencias, que de emergencias. “Necesitamos una unidad médica, porque en estos momentos las urgencias son las de mayor demanda. Muy aparte hay que renovar la unidad de rescate, porque ya tiene mucho tiempo de servicio, ya cumplió su ciclo de uso, se debe reemplazar con una máquina en mejores condiciones, mejor ‘performance’ y mejor equipamiento”, indicó. Por otro lado el Teniente Freddy Dávila, segundo jefe de la compañía de Bomberos del Perú Italia Nº 5, indica que hace tres años tenían muchas carencias, en cuanto a la logística para apagar un incendio, porque a veces se les rompía las mangueras, se acaba el combustible a medio camino o se malograba el carro. Y aunque actualmente les han renovado sus camiones, dijo que siempre hay deficiencias en cuanto a equipamiento.

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