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Alejado ya de la mala vida, el bolerista volvió a casarse con el amor de su vida luego de estar divorciados durante 20 años.

Luego de una separación que duró nada menos que 20 años, Iván Cruz, ‘El ex rey de las cantinas’ volvió a casarse con el amor de su vida y madre de sus 4 hijos, Julia Flores, con quien había contraído nupcias por primera vez hace 44 años.

Decenas de fanáticos del intérprete de los éxitos ‘Mozo, déme otra copa’, y ‘Ajena’, así como compañeros cristianos del cantante, llegaron a los alrededores desde antes de la hora citada, para presenciar las dos ceremonias.

A pesar de la gran concurrencia a la boda, quienes resaltaron fueron los amigos artistas de Cruz, pero no precisamente por haber llegado tarde o por vestir de manera llamativa, sino por su notoria ausencia.

Superando este incidente, los novios hicieron su ingreso triunfal a la plaza de armas de La Perla, con un auto negro adornado con pequeñas flores blancas, con casi hora y media de retraso, lo que ocasionó la impaciencia de los periodistas que esperaban por el intérprete.

Iván Cruz fue el primero en salir del carro, luciendo un terno de color rojo eléctrico –un regalo de un pastor evangélico, según contó el bolerista minutos después- una camisa negra sin corbata, su característica cabellera alborotada y una sonrisa amplia en su rostro.

Luego siguió su amada esposa, Julia Flores, quien sorprendió con un traje largo y saco de color turquesa, con aplicaciones en mostacillas negras, plateadas y celestes, que contrastaba con su cabello pelirrojo, y una delicada tiara, con detalles de flores, en su cabeza.

Frente a los amigos de la pareja y curiosos, los tortolitos sui generis fueron declarados nuevamente marido y mujer por el alcalde del distrito, Pedro López Barrios, quien fue el encargado de oficiar la ceremonia Civil.

Minutos después, el pastor Luis Posada, quien llegó desde Argentina, continuó con la celebración de la boda cristiana. El cantante no dejó pasar la oportunidad y, entre sollozos, pidió perdón a su familia tras recordar su época bohemia, cuando la droga, el alcohol y el sexo gobernaban su vida.

Pasado ya el momento triste, con alabanzas y gritos de aleluya, el bolerista demostró su inmensa felicidad por rehacer su matrimonio. “Nosotros nos hemos casado en 1967, pero no teníamos a Dios con nosotros. Ahora sí. Estoy muy feliz, muy feliz con lo que está pasando. Nuestra luna de miel va a ser eterna”, comentó brevemente el novio, sujetando el brazo de su amada mujer.

Embriaguémonos…de amor
La ceremonia de recepción que se realizó en el auditorio de la misma municipalidad, fue evangélica. Allí, la pareja y sus invitados bailaron a la usanza cristiana. No existió licor ni nada que se le parezca por lo que la velada estuvo ‘sazonada’ con el amor y cariño de los asistentes.

El cantante agradeció a Dios por recuperar a su esposa. Feliz, explicó que los cuatro hijos que tuvo con la novia también son cristianos y ellos nunca se dieron por vencidos al clamar al todopoderoso que con un milagro, sus padres sean reunidos nuevamente.

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