Se presume que después de robar conchas, ‘piratas’ los llevaron a una playa para ‘silenciarlos’Hipótesis gana fuerza. Los dos pescadores quienes desaparecieron entre el sábado 5 y domingo 6 de este mes mientras cuidaban una granja de conchas de abanico frente la isla San Lorenzo, habrían sido asesinados por ‘piratas’ que tenían por objetivo robar los costosos moluscos.
La muerte de Pedro Cornejo Escudero (60) y Christian Masías Pérez (34) no se habría dado en alta mar sino en la playa del asentamiento humano ‘Bolognesi’, del Callao, a donde fueron llevados luego de que sus captores se apoderan de un sustancioso botín.
Según relató un testigo, la misma madrugada de los incidentes una barcaza con varios bultos desembarcó en el mencionado lugar, y ni bien tocó tierra, un hombre salió corriendo a toda velocidad. Al cabo de unos instantes, fue detenido y tirado al suelo por otros dos y uno de ellos le disparó en la espalda.
De acuerdo con la descripción obtenida, la víctima del cobarde ataque habría sido Masías Pérez, quien intentó huir de sus captores sin considerar el trágico final que le podía llegar.
“Le han metido un balazo a mi hijo, y de ahí se han acercado dos personas más. Luego lo metieron a una camioneta Station Wagon junto a varios sacos de molusco y se dieron a la fuga por un corralón”, refirió el padre de la víctima, Luis Masías.
Por otro lado, sobre Cornejo Escudero aún no se sabe nada. Según los agentes, el testigo dio su manifestación en la Dirincri del Callao, pero no precisó nada sobre este hombre, de quien aún se tiene la vaga esperanza de que esté con vida.
Encontraron pruebas
En el lugar de los hechos fueron encontradas piedras con sangre que sería de Masías, las cuales ahora son materia de investigación para confirmar o descartar esta versión.
Asimismo, se pudo encontrar en la misma playa un pantalón y un polo rojo. Estas prendas de vestir pertenecerían a Pedro Cornejo Escudero, según expresó su hijo, Jesús Cornejo.
Cabe mencionar que las investigaciones ahora se desarrollan con la base de un homicidio y no como desaparición en alta mar. Las autoridades sostienen que la clave de todo estaría en el corralón propiedad de Arsenio Antero Cotos Palacios.
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